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martes, 11 de noviembre de 2014

El Eje Equinoccial Cero Aries - Cero Libra


Eje Equinoccial
Cero Aries - Cero Libra

 Egarciaber


La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctium cuyo significado es “noche igual”, lo que en efecto sucede, pues durante el equinoccio el día es exactamente igual en duración a la noche. Si entendemos cómo funciona nuestro sistema solar, veremos que, dado que la tierra órbita, hay dos puntos en los cuales se produce el equinoccio; el primero sucede al final del invierno y comienzo de la primavera y el segundo, al final del verano y comienzo del otoño. 

El equinoccio de primavera nos refiere a la germinación, la procreación, la luz y el segundo, en oposición a este, el equinoccio de otoño, nos referencia a la recolección al trabajo concluido, a la oscuridad, la lluvia, todo lo cual es muy coherente, pues astronomicamente hablando, el primero, aun cuando el tiempo de día y noche son iguales, implica que el día comienza a crecer, la luz va abriéndose camino ante la oscuridad a medida que avanzan las jornadas las horas de luz aumentan a medida que nos acercamos al verano; por otra parte, el segundo aunque nuevamente la duración del día y la noche son iguales, la tendencia es que la luz se apague progresivamente, ante el avance hacia el invierno y por tanto hacia el reino de la oscuridad. 










Las dos fases de un ciclo planetario doble están en analogía con los Equinoccios y los Solstícios.

El comienzo de la fase expansiva estaría simbólicamente asociado al Equinoccio de Primavera (Sol en Cero Aries), mientras que el inicio de la fase regresiva o semiciclo regresivo estaría en relación analógica con el Equinoccio de Otoño, (Sol en Cero Libra). 

En cuanto a los Solstícios, el de Verano, (Sol en Cero Cáncer) correspondería a la maxima elongación o amplitud en la onda expansiva, (cuadratura creciente), mientras que el Solstício de Invierno, (Sol en Cero Capricornio) estaría en analogía con la máxima elongación o amplitud del semiciclo regresivo, (cuadratura regresiva).










Quiero llamar la atención de que el equinoccio de primavera, sucede en Aries y el de otoño, sucede en Libra, ambos signos cardinales.

El primero está regido por Marte, el signo donde el Sol encuentra su exaltación.

El segundo está regido por Venus, el signo donde el Sol encuentra su caída.






El Gran Misterio
Marte - Venus








SIMETRÍA
PRIMER NIVEL
VENUS - TIERRA/LUNA - MARTE









Venus y Marte (en italiano, Venere e Marte) es un cuadro destacado del pintor Italiano Sandro Botticelli




Aries y Libra, son dos signos cardinales opuestos separados 180º en el zodiaco, por tanto muy polarizados, y a la vez de gran complementariedad, cuyos regentes: Marte, de Aries y Venus, de Libra, componen el denominado en Astrología Humanista "duplo instintivo", también llamado por otros astrólogos "duplo sexual".











Si observamos las posiciones de Marte-Tierra-Venus, y sus respectivas órbitas en nuestro Sistema Solar, llama la atención de forma "intuitiva" la importancia que debe tener para nuestro planeta el hecho de que ambos astros sean nuestros "escoltas" en el Sistema Solar y en el cosmos y de naturaleza opuesta y complementaria. Esto nos sugiere, por analogía, la imagen simbólica de una gran polarización, a modo de "condensador cósmico", en el que la Tierra jugaría el papel de dieléctrico que acumularía la "carga" o "capacidad", contenida en el éter existente entre las dos colosales "placas planetarias polarizadas" de este gigantesco componente cósmico.










Existen poderosas razones simbólicas que redundan en esta polaridad entre Marte y Venus, razones que encontramos incluso reflejadas en nuestra vida cotidiana, desde los dos símbolos planetarios universalmente reconocidos para referirse a los dos géneros, el masculino y el femenino, que son coincidentes con los símbolos astrológicos  de Marte y Venus, hasta otros más “ocultos” o esotéricos, que la Tradición conserva como “pistas” algunas de ellas más o menos veladas. 

Veamos.....

Sabemos que en Astrología el duplo básico original o “duplo vital” es el representado por la Luna y el Sol, siendo estos dos astros los regentes de los signos contiguos 4º y 5º, 
Cáncer y  Leo, en el zodiaco en reposo. Ahora fijémonos bien, porque existe una conexión sutil de la mayor importancia entre Sol - Luna y Marte - Venus, y en la que pocos reparan. 

Esta relación oculta se manifiesta a través de los signos considerados tradicionalmente como los de las exaltaciones de ambos luminares. Curiosamente el Sol tiene su exaltación en el signo de Aries, que es regido por el planeta Marte, mientras que la Luna tiene su exaltación en Tauro, signo que rige su opuesto, el planeta Venus.











Si seguimos indagando, también encontraremos nuevamente la simetría complementaria al estudiar la conocida figura zodiacal de las regencias planetarias de los signos. Aquí la simetría se establece trazando el eje entre los signos gobernados por los dos luminares: Cáncer (Luna) y Leo (Sol).










Todo lo anterior queda resumido en forma simbólica bajo la figura, hoy en desuso, del símbolo original del planeta Mercurio. Una figura desvelada magistralmente en el siglo XVI por John Dee, el genial matemático, astrónomo y alquimista inglés, de la Corte de Isabel I,  en su obra cumbre “Monas Hieroglyphica”(1564) (La Mónada Jeroglífica).








Monas Hieroglyphica




































Alfa





Omega





Siguiendo con las simetrías existentes entre Marte y Venus, la iconografía hermética está llena de referencias a esta polaridad, que se ve plasmada de forma directa en los colores  que la Tradición asigna a estos dos Planetas, así como también en las relaciones ocultas que ligan entre sí a los metales hierro y cobre que se les asocian desde tiempos remotos y a los colores, rojo y verde, que les representan.

Sabemos que el rojo y el verde son dos colores que se complementan. Resulta Importante recordar ahora el concepto de Colores Complementarios. 

Los colores complementarios se encuentran en puntos opuestos del círculo cromático. Estos colores se refuerzan mutuamente, de tal manera que un mismo color parece más vibrante e intenso cuando se halla asociado a su complementario. Estos contrastes son, pues, idóneos para llamar la atención, así que no es de extrañar que rojo y verde siempre estén en estrecha asociación, desde los modernos semáforos de nuestras ciudades hasta la señalización de los muelles de entrada en los puertos marítimos o en aviación cuando son utilizados en las balizas de señalización de las pistas de aterrizaje y despegue en aeropuertos, e incluso en los extremos de las alas de las modernas aeronaves.











Durante el siglo XVII, los Hermanos de la Rosa Cruz, retomaron de nuevo el símbolo de la Rosa y la abeja. La Rosa, la flor más venusina de todas, de fragancia exquisita, incorpora también el símbolo marcial en las punzantes espinas que la acompañan, pero sobre todo en el color rojo que tiñe sus pétalos, también formando parte del simbolismo de la Rosa y la Cruz. 

El siguiente emblema «Dat Rosa Mel Apibus» (La rosa da miel a las abejas), fue utilizado en la portada del «Summum Bonum» de Joachim Frizius y luego adoptado para ilustrar el «Clavis» de Robert Fludd (1574-1637). 






Aquí vemos el símbolo de Venus escondido tras la Rosa
y la Rosa triunfante sobre la Cruz





Podemos ver en un sentido hermético cómo parece haber una aproximación entre la doctrina de San Bernardo, la ebriedad interior del Sufismo y el simbolismo que propugna la Rosa+Cruz del siglo XVII, lo cual nos induce a pensar en una transmisión espiritual que es mantenida de forma secreta a través de los siglos, como una cadena iniciática ininterrumpida.

Por último, diremos que la miel es llamada por los maestros: "la ciencia de las cosas de Dios", y las inevitables picaduras de la recolección de la miel son el emblema de los sufrimientos morales o físicos de que está sembrado el áspero sendero que conduce a la conquista de los conocimientos espirituales (L.Charbonneau-Lassay).

Así los antiguos Rosa Cruces tenían por máxima:

"Ad Rosam per Crucem; Ad Crucem per Rosam"


Cuya traducción reza:

"A la rosa por la Cruz; A la Cruz por la Rosa" 


Algo que nos recuerda que la Rosa no está exenta de espinas. 












Existen aún más paralelismos asociativos intrínsecos, aunque no siempre inmediatos, entre Marte y Venus, por ejemplo en cuanto a los metales que desde tiempos remotos asocia la Tradición con estos dos cuerpos celestes que escoltan, junto a nuestro satélite, la Luna, nuestro planeta. 

Desde la más remota antigüedad se ha asociado al cobre con el planeta Venus, y al hierro con el planeta Marte.

Existen diferentes sales de hierro como el sulfato ferroso y el sulfato férrico, y diferentes sales del cobre como el sulfato cuproso y el cúprico.  

Ferroso: es cuando el fierro esta utilizando la valencia de +2 (valencia menor) y se le da la terminación oso Ferr-oso.

Ejemplo: 

FeO = oxido ferroso
FeCl2 = cloruro ferroso
FeSO4 = sulfato ferroso

El sulfato ferroso existe en la naturaleza en forma de mineral conocido como melanterita. Este compuesto también llamado comúnmente caparrosa, recibe desde muy antiguo otras muchas denominaciones como son: Vitriolo verde, Vitriolo de hierro, Caparrosa verde, Szomolnokita etc.

Su color es verde esmeralda, el color asociado por la Tradición al planeta Venus, y su fórmula química es  FeSO4·7H2O.









Férrico: es cuando el hierro esta utilizando la valencia de +3 (valencia mayor) y se le da la terminación ico; férr-ico 

Ejemplo: 

Fe2O3 = oxido férrico 
FeCl3 = cloruro férrico 
Fe2(SO4)3 = sulfato férrico

El sulfato férrico, Vitriolo de Marte, Pálido, geruclosas, hygroskopisches o polvo sensible de humedad es un compuesto de hierro, azufre y oxígeno. Se diferencia del más frecuente sulfato ferroso en la carga del catión, siendo éste el estado más oxidado del átomo de hierro.

Es una sal sólida de color amarillo, cristaliza en el sistema rómbico y es soluble en agua a temperatura ambiente.

El sulfato férrico es de color rojizo, cuando se coloca un clavo de hierro en un tubo de ensayo con ácido sulfúrico concentrado, este debería reaccionar ocasionando un desprendimiento de hidrógeno, y formando una especie de capa rojiza, que es el sulfato férrico. Su fórmula química es Fe2(SO4)3

El sulfato férrico mantiene la correspondencia marcial, ya que su color, por contra al sulfato ferroso tiende al que la Tradición siempre a otorgado al planeta Marte: El color rojizo anaranjado.










De nuevo vemos como se manifiesta la complementariedad cromática en los óxidos del cobre y el hierro. 



















Como observamos en la anterior imágen los colores son exactamente los que tradicionalmente se han considerado como análogos a esos dos astros, colores que han llegado a ser determinantes para ciertas religiones que resuenan en clara asociación con uno de estos dos astros, como sucede con la religión islámica, cuyo día sagrado es el viernes, asociado desde antiguo al planeta Venus.













Venus




Algunos estudiosos, como el gran astrólogo e investigador español José Luís San Miguel de Pablos, sugieren una relación directa entre algunos elementos arquitectónicos propios de los países de religión Mahometana, con los ciclos implícitos del planeta Venus, al asociar como hipótesis que las 5 volutas características del "cielo" de los arcos musulmanes, podrían tener un origen simbólico asociado al propio ciclo  de  retrogradaciones del planeta Venus.








Arco musulmán de cinco volutas
                                                        
















Aunque todas las órbitas planetarias son elípticas, la órbita de Venus es la más parecida a una circunferencia, con una excentricidad inferior a un 1 %.

El ciclo entre dos elongaciones máximas (período orbital sinódico) dura 584 días. Después de esos 584 días Venus aparece en una posición a 72° de la elongación anterior. Dado que hay 5 períodos de 72° en una circunferencia, Venus regresa al mismo punto del cielo cada 8 años (menos dos días correspondientes a los años bisiestos). Este periodo se conocía como el ciclo Sothis en el Antiguo Egipto.

En la conjunción inferior, Venus puede aproximarse a la Tierra más que ningún otro planeta. El 16 de diciembre de1850 alcanzó la distancia más cercana a la Tierra desde el año 1800, con un valor de 39 514 827 kilómetros (0,26413854 UA). Desde entonces nunca ha habido una aproximación tan cercana. Una aproximación casi tan cercana será en el año 2101, cuando Venus alcanzará una distancia de 39 541 578 kilómetros (0,26431736 UA).




























Los Equinoccios



El Equinoccio de Primavera o Equinoccio Vernal es el motor que hace girar la rueda zodiacal y renovar la vida. 

Desde el equilibrio Oscuridad - Luz, en el Equinoccio Vernal o Equinoccio de Prima-Vera, (Primera Estación) que tiene lugar cada año aproximadamente al comenzar el último tercio del mes de Marzo, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de San José, el padre de Jesucristo, (por tanto el generador de la "Luz") durante el que antaño fue el primer mes del año para todas las antiguas culturas que basaban sus calendarios en fenómenos universales o astronómicos, el mes de Marzo, cuya raíz etimológica nos remite de nuevo al planeta Marte, regente de Aries, el ariete relacionado con el dios Priapo, símbolo de la fertilidad que acompaña a este periodo del año solar. 

En la mitología griega, Príapo (en griego antiguo: Πρίαπος [Príapos] ) es un dios menor rústico de la fertilidad, tanto de la vegetación como de todos los animales relacionados con la vida agrícola, y un personaje puramente fálico que era adorado como protector de los rebaños de cabras y ovejas, de las abejas, del vino, de los productos de la huerta e incluso de la pesca. 






Fresco de Príapo pesando su miembro en una balanza contra la ganancia obtenida de sus campos (casa de los Vettii,Pompeya). 
De nuevo vemos aquí velado el  Eje Equinoccial Aries - Libra






Príapo, se solía representar con un enorme falo en perpetua erección o en posición fálica, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Los romanos solían colocar en sus jardines estatuas de Príapo, normalmente con la forma de toscas hermas de madera de higuera, manchadas de bermellón (de aquí que el dios fuese llamado ruber o rubicundus), con un enorme falo erecto, llevando fruta en su ropa y una hoz o una cornucopia en la mano. Su función era la de garantizar una abundante cosecha.

El falo generador de vida, que recuerda también inequívocamente por su forma el Ariete y el número 1.

Es a partir del Ingreso Solar en el grado Cero Aries, el signo cardinal de fuego, cuando las horas de luz ganan terreno a las de la noche, y las jornadas y el tiempo de vigilia se alargan progresivamente, mientras en perfecta sincronicidad la naturaleza y la vida se renuevan tras el paréntisis de la "muerte" invernal, análogamente a como la vida renace cada mañana, al amanecer, tras el descanso nocturno en brazos de Morfeo, (en la mitología griega, Morfeo, en griego antiguo Μορφεύς, de μορφή morphê, ‘forma’ es el hijo del dios de los sueños, Hipnos y encargado de llevar el sueño a reyes y emperadores. Según ciertas teologías antiguas, es el principal de los Oniros, los mil hijos engendrados por Hipnos, el Sueño y Nix, la Noche, su madre, o por Hipnos con Pasítea). 

Esta progresión de avance de la luz sobre la oscuridad se mantiene hasta alcanzar su máxima expresión, cuando el Sol tras recorrer durante los tres meses de la Prima-Vera (Primera Estación), o lo que es lo mismo el primer cuadrante del zodíaco en reposo, los tres primeros signos zodiacales, Aries, Tauro y Géminis, alcanza el comienzo del cuarto signo zodiacal, el grado Cero de Cáncer, el signo cardinal de Agua, durante el Solstício de Verano, aproximadamente sobre el 20-21 de Junio, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de San Juan y la noche de las hogueras, que simbolizan el triunfo de la Luz sobre la oscuridad de la noche.





NIVEL CELESTE
12 SIGNOS
MOVIMIENTO DE TRASLACIÓN
ESTACIONES DEL CICLO ANUAL: SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS
CICLO COMPLETO = 1 AÑO














NIVEL TERRESTRE
12 CASAS
MOVIMIENTO DE ROTACIÓN
DIVISIÓN DUODENARIA DEL DÍA:
CULMINACIÓN Y CULMINACIÓN NEGATIVA, ORTO Y OCASO SOLARES
CICLO COMPLETO = 1 DÍA








El segundo equinoccio, el Equinoccio de Otoño sucede cuando el Sol ingresa en el grado cero del signo zodiacal de Libra. Un evento astronómico que sucede cada año alrededor del los días 20-21 de Septiembre, y que simbólicamente señala el Equilibrio de forma redundante. 

De nuevo el equilibrio, pero esta vez su centro,  porque tras el máximo de horas de luz diaria o de la noche más corta del año, durante el Solstício de Verano (Cero Cáncer, o ingreso solar en ese signo), la luz comenzó a decrecer y es precisamente en el momento exacto del Solsticio de Otoño, o Ingreso Solar en Libra, cuando se equilibran de nuevo  (esta vez con la Balanza de Libra), las horas de Luz y Oscuridad.

Pasado este acontecimiento astronómico la noche ganará terreno al día, hasta llegar a un mínimo de Luz diurna durante el Solstício de Invierno, en el Ingreso Solar en Capricornio, aproximadamente el 20-21 de Diciembre, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de Navidad, o día de la natividad de Jesucristo, denominado en esa creencia religiosa como "la Luz Naciente del Mundo", precisamente poco después de la noche más larga del año, durante el Solsticio de Invierno, (cuando el Sol ingresa en el signo cardinal de Tierra, y se encuentra en el grado Cero Capricornio), pasado el cual las horas de luz comienzan a crecer de nuevo desde su mínimo anual hasta alcanzar otra vez el equilibrio exacto durante la renovación de un nuevo ciclo el siguiente Equinoccio de Primavera.

En el Equinoccio de Otoño el equilibrio es doble, pues durante el Ingreso Solar en el grado Cero Libra (Equinoccio de Otoño), estamos exactamente en la mitad del ciclo del año tradicional o astronómico, Cero Libra equivale a una longitud ecliptica de 180º desde Cero Aries, que es el comienzo del zodíaco en reposo, y 180º  completan 6 signos de 30º de arco, siendo la mitad exacta de 360º, que son los que ocupa el cinturón zodiacal completo compuesto de 12 signos de 30º de arco cada uno.

Cuando el Sol Ingresa en el grado Cero del signo de Libra estamos en la última década del mes de Septiembre, que etimológicamente nos remite al número 7, justo el número que el signo de Libra ocupa en el zodíaco en reposo, de la misma manera que Octubre nos remite etimológicamente al número 8, Noviembre al 9 y Diciembre al 10. 

Vemos aquí como para quien tiene "ojos para ver" asoma la milenaria huella de la Tradición Astrológica, que a pesar de haber sido arrastrada, reprimida y enterrada por el racionalismo ciego que la viene despreciando de una forma ignorante, sigue presente todavía incluso en nuestros actuales calendarios del siglo XXI.

El Equinoccio Otoñal inicia el Signo número 7, Libra , regido por Venus, tras el paso solar por Virgo, el sexto signo del zodíaco en reposo, signo de la Madre, la Madre Tierra, la Virgen de la Tradición Cristiana, que deriva de la antigua Tradición Egipcia de Isis, la Virgen Negra, como también de la originalmente diosa frigia, Cibeles (en griego antiguo Κυβέλη Kybélê, nombre al que a veces se da la etimología de «la del pelo» si se considera griego en lugar de frigio). Cibeles era la diosa de la Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como la Gea o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). Su equivalente romana era Magna Mater, la Gran Madre. Su título "Señora de los Animales", que también ostentaba la Diosa Madre minoica, revela sus arcaicas raíces paleolíticas. Es una deidad de vida, muerte y resurrección. Su consorte, cuyo culto fue introducido más tarde, era Atis, y también de su heredera Ceres, la diosa de la tierra y de la agricultura en la mitología romana, que señalaba el periodo anual de las cosechas, el mes de Septiembre en el hemisferio Norte.

Pero también astronómicamente existe Ceres, el más pequeño de los planetas enanos dentro del sistema solar, ubicado en el Cinturón de Asteroides, descubierto el 1 de enero de 1801 por Giuseppe Piazzi. Este pequeño astro recibió su nombre en honor a la diosa romana de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, Ceres. 

Inicialmente se lo consideró como un cometa, luego como un planeta, y posteriormente fue considerado el mayor asteroide descubierto por el hombre, hasta la creación de la categoría de "planeta enano", en 2006. Este planeta enano contiene aproximadamente la tercera parte de la masa total del cinturón de asteroides, siendo el más grande de todos los cuerpos de dicho grupo.









Ceres







Mercurio





Ceres cumple escrupulosamente la Ley de Bode de las Orbitas Planetarias, y se halla ubicado entre los planetas Marte y Júpiter. 





















En la actualidad para muchos astrólogos Ceres es simbólicamente el regente del Cinturón de Asteroides, que vinculan inequívocamente al signo de Virgo, el signo de la atomización del todo en sus infinitésimas partes, lo que analógicamente simbolizan los restos fragmentados de un hipotético antiguo planeta desaparecido tras un cataclismo cósmico.






SIMETRÍA
SEGUNDO NIVEL
MERCURIO - TIERRA/LUNA - CINTURÓN DE ASTEROIDES







El Equinoccio Otoñal comienza el signo de Libra, regido por Venus, el signo donde el Sol encuentra su caída*, es el Centro de Equilibrio de la rueda zodiacal. 

Desde el equilibrio Luz - Oscuridad, en el grado Cero Libra aproximadamente al comenzar el último tercio del mes de Septiembre, las horas de oscuridad ganan terreno a las de luz diurna, las jornadas y el tiempo de vigilia se reducen progresivamente, mientras en perfecta sincronicidad la vida tiende al recogimiento que anticipa el invierno, simbólicamente este momento se muestra análogo al del ocaso solar cada día, cuando tras la puesta de Sol existe un equilibrío perfecto entre luz y oscuridad. 

Algo que recoge y nutre a la Tradición Musulmana, cuyo dia sagrado es el viernes, el dia semanal que se corresponde con el planeta Venus, el regente del signo de Libra, cuando en referencia a la práctica del Ramadan, el mes de ayuno para los practicantes de esta corriente religiosa, atribuye al profeta Mahoma la siguiente sura: "Comed y bebed hasta que, a la alborada, pueda distinguirse un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche". (en la religión Mahometana el rezo de la tarde debe practicarse, según enseñara su Profeta, Mahoma ..."Cuando se acuesta el Sol y la luz reinante no permita distinguir entre un hilo blanco y uno negro"...

El Equinoccio de Otoño está por tanto analógicamente relacionado con el momento del ocaso Solar diario, e igualmente con el de la vida humana, señalando el comienzo de la madurez, cuando tras la plenitud de la vida el peso de los años inicia el declive de la existencia. 

Tras el Equinoccio de Otoño durante el tránsito solar por el octavo signo del Zodiaco en reposo, el signo fijo de agua y centro de la estación Otoñal, el signo de la renovación, el silencio y la muerte, Escorpio, se produce la putrefacción del suelo tras la sequedad, muerte y caída de las hojas sobre la tierra mojada  Es tiempo de connubio, tiempo de coito, tiempo en que la naturaleza se dedica a procrear, a unir lo que está separado. 

En el transcurrir del año, lo que se hizo en primavera va tomando cuerpo, va creciendo y haciéndose fuerte, va tomando forma en el mundo manifestado, hasta el Equinoccio de Otoño, en el que los frutos están listos para su cosecha, el trabajo ya se ha hecho y solo resta recolectar, pero al mismo tiempo, después de la recolecta, comienza un trabajo de almacenamiento, de repotenciación de la tierra, es por ello que el Equinoccio de Otoño también es un tiempo de renovación, de tomar nueva forma, de desechar lo viejo y prepararse para potenciar la energía para el nuevo ciclo que llegará después del invierno.













Nota del autor 

*Como hecho anecdótico:

Según la Tradición Astrológica la caída del Sol reside en el grado 19 del signo de Libra.

Fue exactamente con el Sol en ese grado 19 Libra, que el 13 de Octubre de 1917 se produjo en Fátima (Portugal) la famosa "Danza del Sol" durante la última de las supuestas apariciones de la Virgen en esa localidad lusa.

Algunos de los testigos presenciales de aquellos supuestos acontecimientos aseguraron haber contemplado "como si el Sol se cayese...."

















viernes, 1 de agosto de 2014

John Dee

John Dee (13 de julio de 1527 – finales de 1608 o principios de 1609) fue un notorio matemático, astrónomo, astrólogo, ocultista, navegante, imperialista y consultor de la reina Isabel I. Dedicó gran parte de su vida al estudio de la alquimia, la adivinación y la filosofía hermética.

Dee incursionó en los mundos de la ciencia y de la magia tal y como estaban siendo distinguidos. Uno de los hombres más eruditos de su época, fue invitado a disertar sobre álgebra avanzada en la Universidad de París, mientras aun no superaba la veintena. Dee fue un ardiente promotor de las matemáticas y un respetado astrónomo, así como un destacado experto en navegación, habiendo adiestrado a muchos de aquellos que llevarían a cabo los viajes de descubrimiento ingleses. En uno de los numerosos tratados que Dee escribió en los años 1580 alentando las expediciones exploratorias británicas en busca del Paso del Noroeste, parece haber acuñado (o al menos introducido en imprenta) el término "Imperio británico".

Simultáneamente a estos esfuerzos, Dee se sumergió en los mundos de la magia, la astrología y la filosofía hermética. Dedicó mucho tiempo y esfuerzo en los últimos treinta años de su vida a tratar de comunicarse con los ángeles a fin de aprender el lenguaje universal de la creación y lograr la unidad de preapocalíptica de la humanidad. Estudiante del neoplatonismo renacentista de Marsilio Ficino, Dee no dibujó distinciones entre su investigación matemática y su estudio de la magia hermética, la invocación de ángeles y la adivinación. Consideró sin embargo que todas sus actividades constituían diferentes facetas de la misma búsqueda: la indagación de una comprensión trascendente de las formas divinas que subyacen al mundo visible, que Dee llamó "verdades puras".

El alto estatus de Dee como erudito también le permitió desempeñar un papel en la política isabelina. Sirvió como asesor ocasional y tutor de Isabel I y cultivó relaciones con sus ministros Francis Walsingham y William Cecil. Dee también instruyó y disfrutó de relaciones de patronazgo con Sir Philip Sidney, su tío Robert Dudley, I conde de Leicester y Edward Dyer. También disfrutó del patronazgo de Sir Christopher Hatton.

A lo largo de su vida Dee acumuló la biblioteca más grande en Inglaterra y una de las más grandes en Europa.



Reputación y relevancia




Unos diez años después de la muerte de Dee, el anticuario Robert Cotton compró tierras alrededor de la casa de Dee y comenzó a cavar en busca de papeles y artefactos.

Descubrió varios manuscritos, sobre todo los registros de las comunicaciones angelicales de Dee. El hijo de Cotton entregó estos manuscritos al estudioso Méric Casaubon, quien los publicó en 1659, junto con una larga introducción crítica de su autor, A True & Faithful Relation of What passed for many Yeers between Dr. John Dee (A Mathematician of Great Fame in Q. Eliz. and King James their Reignes) and some spirits. Al ser la primera revelación pública de las conferencias espirituales de Dee, el libro fue sumamente popular y se vendió rápidamente. Casaubon, quien creía en la realidad de los espíritus, argumentó en su introducción que Dee estaba actuando como instrumento involuntario de malos espíritus cuando creía que se estaba comunicando con ángeles. Este libro es en gran parte responsable de la imagen, frecuente durante los dos siglos y medio siguientes, de Dee como un crédulo y fanático engañado.

Alrededor del mismo tiempo en que fue publicado True and Faithful Relation, miembros del movimiento rosacruz reclamaron a Dee como uno de sus afiliados. Existe la duda, sin embargo, de que un movimiento rosacruz organizado existiese en vida de Dee, y no hay evidencia de que alguna vez perteneciera a alguna fraternidad secreta. La reputación de Dee como mago y la vívida historia de su asociación con Edward Kelly han hecho de él una figura aparentemente irresistible para fabulistas, escritores de novelas de terror y magos modernos. El incremento de información falsa y a menudo fantástica sobre Dee oscurece los hechos de su vida, notables en sí mismos.

Una reevaluación del carácter e importancia de Dee tuvo lugar en el siglo XX, en gran parte como resultado del trabajo de la historiadora Frances Yates, quien trajo un nuevo enfoque sobre el papel de la magia en el Renacimiento y el desarrollo de la ciencia moderna. Como resultado de esta reevaluación, Dee es visto actualmente como un estudioso serio y apreciado como uno de los hombres más cultos de su época.

Su biblioteca personal en Mortlake fue la más grande en el país, y fue considerada una de las mejores en Europa, quizás sólo superada por la de Jacques Auguste de Thou.

Además de ser asesor astrológico y científico de Isabel y su corte, fue un temprano defensor de la colonización de América del Norte y un visionario de un Imperio Británico extendiéndose por el Atlántico Norte. El término "Imperio Británico" es de hecho invención propia de Dee.

Dee promovió las ciencias de la navegación y la cartografía. Estudió en estrecha colaboración con Gerardus Mercator, y poseyó una importante colección de mapas, globos e instrumentos astronómicos. Desarrolló nuevos instrumentos así como técnicas especiales de navegación para su uso en las regiones polares. Dee sirvió como asesor de los viajes de descubrimiento ingleses, y seleccionó pilotos personalmente y los entrenó en la navegación.


Elementos de Euclides.

Creía que las matemáticas (que entendió místicamente) eran centrales para el progreso del aprendizaje humano. La posición central de las matemáticas en la visión de Dee hace de él hasta tal punto más moderno que Francis Bacon, aunque algunos estudiosos creen que Bacon restó importancia deliberadamente a las matemáticas en la atmósfera antiocultista del reinado de Jacobo I. Cabe señalar, sin embargo, que el entendimiento de Dee del papel de las matemáticas es radicalmente diferente de nuestro punto de vista contemporáneo.









Elementos de Euclides




La promoción de las matemáticas de Dee fuera de las universidades fue un logro práctico perdurable. Su "Prefacio matemático" a Euclides tuvo la intención de promover el estudio y aplicación de las matemáticas a aquellos sin una educación universitaria, y fue muy popular e influyente entre los "mecanicistas": la nueva y creciente clase de especialistas técnicos y artesanos. El prefacio de Dee incluyó demostraciones de los principios matemáticos que los lectores podrían realizar por sí mismos.

Dee fue amigo de Tycho Brahe y estuvo familiarizado con el trabajo de Nicolaus Copernicus. Muchos de sus cálculos astronómicos estuvieron basados en hipótesis copernicanas, pero nunca adoptó abiertamente la teoría heliocéntrica. Dee aplicó la teoría copernicana al problema de la reforma del calendario. Sus sólidas recomendaciones no fueron aceptadas, sin embargo, por razones políticas.

Ha sido asociado a menudo con el Manuscrito Voynich. Wilfrid M. Voynich, quien compró el manuscrito en 1912, sugirió que Dee pudo haber sido dueño del manuscrito y haberlo vendido a Rodolfo II. Los contactos de Dee con Rodolfo fueron sin embargo mucho menos extensos de lo que había sido pensado previamente, y los diarios de Dee no muestran evidencia de la venta. Dee fue conocido, sin embargo, por haber poseído una copia del Libro de Soyga, otra obra encriptada.

A petición de Isabel I Dee abrazó el viejo mito galés del 'Príncipe Madog' para reclamar norteamérica. La conocida historia hablaba de un joven príncipe galés que descubrió América en 1170, más de trescientos años antes del viaje de Cristóbal Colón en 1492. El hecho fue que Isabel I tuvo poco interés en el Nuevo Mundo y las esperanzas de Dee fueron prematuras.






Artefactos

El Museo Británico posee varios objetos pertenecientes a Dee relacionados con las conferencias espirituales:

El espéculo o espejo de Dee (un objeto de culto azteca de obsidiana con forma de espejo de mano, traído a Europa a finales de la década de 1520), que una vez perteneció a Horace Walpole.

Los pequeños sellos utilizados para soportar las patas de la "mesa de práctica" de Dee (mesa en la que se realizaba la visión).

El "Sello de Dios".El voluminoso, elaboradamente decorado "Sello de Dios" de cera, usado para soportar la "piedra que muestra", la bola de cristal utilizada para la visión.








El "Sello de Dios"





Un amuleto de oro grabado con una representación de una de las visiones de Kelly.

Un globo de cristal, de seis centímetros de diámetro. Este artículo permaneció inadvertido durante muchos años en la colección mineral; posiblemente perteneció a Dee, pero la procedencia de este objeto es menos certera que la de los otros.

En diciembre de 2004, tanto una "piedra que muestra" (una piedra utilizada para la visión) perteneciente con anterioridad a Dee como una explicación de su uso de mediados de la década de 1600 escrita por Nicholas Culpeper fueron robadas del Museo de Ciencias de Londres; fueron recuperadas poco tiempo después.



                                                                         





John Dee - Los Libros Condenados






La palabra magia, evoca una de las habilidades más incomprendidas y menos estudiadas, que remonta su origen a los inicios de nuestra Humanidad. La historia registra los nombres de aquellos personajes, que demostraron conocimientos sobre algunos campos ocultos, y prohibidos, asombrando a sus contemporáneos, y que se tenían como un saber olvidado, cultivado en soledad, así como el seno de ciertas órdenes secretas.


Uno de los nombres que trascendió en esta disciplina fue John Dee, figura legendaria dentro del ocultismo, además de ser uno de los últimos representantes de la magia ceremonial que más tarde influenciaría a la Golden Dawn, que en los comienzos del siglo XX retomaría las enseñanzas legadas por Dee. La carrera de este mago, se desarrolló durante el reinado de Isabel I de en la Inglaterra en las postrimerías del siglo XV.

Dee fue una mente brillante, y uno de los hombres más atrayentes de su época. Inventor, geógrafo, alquimista, además de un extraordinario estudioso, lo convierten en una figura clave y digna de profundizar, sin embargo deseamos extendernos en uno de los capítulos más enigmáticos de su vida, cuya información consideramos vital, donde mundo subterráneo, viaje en el tiempo, entidades dimensionales, además de idioma angélico, es una puerta abierta a los misterios que aún siguen dominando el recién iniciado siglo XXI. ¿Fue Dee un precursor en estos campos?


Decida el lector.



LO QUE VIO JOHN DEE EN EL ESPEJO NEGRO -Los Libros Condenados - Jacques Bergier. Cap. V.












Como el abad Tritemo, John Dee existió en realidad. Nació en 1527 y murió en 1608. Y su vida fue tan extraordinaria que los novelistas la han descrito mejor, en obras de imaginación, que la mayoría de sus biógrafos. Estos novelistas son Jean Ray y Gustav Meyrmk. Matemático distinguido, especialista en clasicismo, John Dee concibió la idea de un meridiano básico: el meridiano de Greenwich. Llevó a Inglaterra, después de descubrirlos en Lovaina, dos de los globos terráqueos de Mercator, así como instrumentos de navegación. De este modo contribuyó a la iniciación de la expansión marítima de Inglaterra.


Por esto alguien ha dicho -yo no comparto esta opinión- que John Dee fue el primero que hizo espionaje industrial, pues llevó a Inglaterra, por cuenta de la reina Isabel, unos poderosos secretos de navegación y de fabricación. Fue, ciertamente, un científico de primer orden, al mismo tiempo que especialista en literatura clásica, y exponente de la transición entre dos culturas que en el siglo XVI, no estaban tal vez tan separadas como en la actualidad.


Pero fue también algo más, según veremos a continuación. En el curso de sus brillantes estudios en Cambridge, empezó, desgraciadamente para él, a fabricar robots, entre ellos un escarabajo mecánico que soltó durante una representación teatral y que sembró el pánico entre el público. Expulsado de Cambridge por brujería, se marchó a Lovaina en 1547. Allí entabló relación con Mercator. Se hizo astrólogo y se ganó la vida haciendo horóscopos; después, fue detenido por conspiración mágica contra la vida de la reina María Tudor. Más tarde, Isabel le sacó de la cárcel y le encargó misiones misteriosas en el continente.


Se ha dicho con frecuencia que su visible pasión por la magia y la brujería no era más que una «pantalla» de su verdadera profesión: el espionaje. Yo no estoy muy convencido de ello.


En 1563, encontró en una librería de Amberes un manuscrito, probablemente incompleto, de la Esteganografía de Tritemo. La completó y parece que descubrió un método casi tan eficaz como el del propio Tritemo.


Mientras publicaba la primera traducción inglesa de Euclides y estudiaba, en interés del Ejército inglés, la utilización militar de lentes y telescopios, continuó sus estudios sobre la Esteganografía. Y, el 25 de mayo de 1581, éstos superaron todas sus esperanzas.










Se le apareció un ser sobrehumano, o al menos no humano, rodeado de luz. John Dee lo llamó ángel, para simplificar. Este ángel le entregó un espejo negro, que aún se conserva en el «British Museum». Es un pedazo de antracita, extraordinariamente pulimentado. El ángel le dijo que, mirando este cristal, vería otros mundos y podría establecer contacto con inteligencias distintas de la del hombre, idea que resulta singularmente moderna. El anotó las conversaciones que sostuvo con estos seres no humanos, y cierto número de ellas fueron publicadas en 1659 por Meric Casaubon, con el título de A true and faithfull relation of what passed betwen Dr. John Dee and some spirits (Verídico y fiel relato de lo que pasó entre el doctor John Dee y unos espíritus).


Otras conversaciones permanecieron inéditas, y sus manuscritos se encuentran en el «British Museum».


La mayor parte de las notas tomadas por John Dee y los libros que estaba preparando fueron, como vamos a ver, destruidos. Sin embargo, nos quedan elementos suficientes para que podamos reconstituir la lengua que hablaban aquellos seres y que Dee llamaba lengua enoquiana.


Esta, o bien la primera lengua sintética, o bien la primera lengua no humana de que tenemos conocimiento. Es, en todo caso, una lengua completa, con su alfabeto y su gramática. Entre todos los textos en lengua enoquiana que se conservan, hay algunos que se refieren a matemáticas más avanzadas que las de la época en que vivió John Dee.


La lengua enoquiana constituyó la base de la doctrina secreta de la famosa sociedad de la Golden Dawn, a. finales del siglo XIX.












Dee advirtió muy pronto que no conseguía recordar las conversaciones que sostenía con sus extraños visitantes. En aquellos tiempos, no existía ningún aparato para el registro mecánico de la palabra. Si hubiese podido disponer de un fonógrafo o de un magnetófono, el destino de Dee, o tal vez el del mundo, habría sido muy distinto.


Desgraciadamente, Dee tuvo una idea que le llevó a su perdición. Sin embargo, era perfectamente racional: encontrar alguien que contemplase el espejo mágico y hablase con los extraterrestres mientras Dee tomaba notas. En principio, la idea era sencilla. Desgraciadamente, los dos visionarios reclutados por Dee, Barnabas Saul y Edward Talbott, resultaron ser unos canallas de la peor calaña. Se libró con bastante rapidez de Saul, que parece haber sido un espía a sueldo de sus enemigos. En cambio, Talbott, que cambió su nombre por el de Kelly, permaneció aferrado a él. Tan aferrado que arruinó a Dee, sedujo a su esposa, los paseó por Europa, con el pretexto de hacer de él un alquimista, y acabó por destrozar completamente su vida. Dee murió en 1608, arruinado y absolutamente desacreditado. El rey Jacobo 1, que había sucedido a Isabel, le negó una pensión, y Dee murió en la miseria. Nuestro único consuelo es pensar que Talbott, alias Kelly, murió en febrero de 1595, cuando trataba de evadirse de una cárcel de Praga. Como era muy alto y estaba demasiado gordo, la cuerda que había confeccionado se rompió, el hombre cayó y se fracturó las piernas y los brazos. Justo final de uno de los perdularios más siniestros que recuerda la Historia.


A pesar de la protección de Isabel, continuó la persecución contra Dee, cuyos manuscritos' fueron robados, así como buena parte de sus notas.


Reconozcamos que, si se vio reducido a la miseria, lo había merecido en parte. En efecto: después de decirle a la reina Isabel que era alquimista, le pidió ayuda financiera. Isabel de Inglaterra le respondió, con buena lógica, que, si sabía fabricar oro, éste debía bastarle para cubrir sus necesidades. Por último, John Dee se vio obligado, para vivir, a vender su inmensa biblioteca, y su muerte se debió en parte al hambre.


La Historia ha conservado sobre todo los inverosímiles episodios de sus aventuras con Kelly, que son realmente pintorescas. Allí aparece por primera vez, y en particular, el intercambio de mujeres que se ha hecho actualmente tan popular en los Estados Unidos.


Pero estas escenas de Epinal oscurecen el verdadero problema, que es el de la lengua enoquiana, el de los libros del doctor John Dee que no pudieron publicarse jamás.












Jacques Sadoul, en su obra El tesoro de los alquimistas, refiere muy bien el aspecto propia mente alquímico de las aventuras del doctor Dee y de Kelly. Remito a ella al lector interesado.


Volvamos al lenguaje enoquiano y a sus consecuencias. Y hablemos ante todo de la persecución de que fue víctima John Dee, desde que empezó a anunciar que publicaría sus conversaciones con unos «ángeles» no humanos. En 1597, aprovechando su ausencia, unos desconocidos excitaron a la chusma, que asaltó su casa. Cuatro mil obras raras y cinco manuscritos desaparecieron definitivamente, y numerosas notas fueron quemadas. Después, a pesar de la protección de la reina de Inglaterra, prosiguió la persecución. Por último, el hombre destrozado desacreditado, como lo será más tarde Madame Blavatsky, murió, a los 81 años, en 1608 en Mortlake. Una vez mas, la conspiración de los «Hombres de Negro» pareció haber triunfado.


La excelente enciclopedia inglesa, Man, Myth and Magic, observa acertadamente en su artículo sobre John Dee que: «Aunque los documentos sobre la vida de Dee son abundantes, no se ha hecho gran cosa para explicarlo y para Interpretarlo> Esto es perfectamente cierto.


En cambio no faltan las calumnias contra Dee. En las épocas supersticiosas se afirmó que practicaba la magia negra. En nuestra, época racionalista se afirma que era un espía, que practicaba la alquimia y la magia negra para disimular sus verdaderas actividades. Esta tesis es la sostenida por la enciclopedia inglesa que acabamos de citar.


Sin embargo, si examinamos los hechos, vemos ante todo un hombre muy dotado, capaz de trabajar veintidós de las veinticuatro horas del día, lector rapidísimo y matemático práctico de primer orden. Además, construye autómatas y es especialista en óptica, y sus aplicaciones militares, así como en Química.














Es posible que fuese también ingenuo y crédulo. La historia de Kelly lo demuestra. Pero no hay que excluir la posibilidad de que hiciese un descubrimiento muy importante tal vez el más importante de toda la historia de la Humanidad. Me parece muy posible que Dee estableciese contacto por telepatía, clarividencia o cualquier otro medio parapsicológico, con seres no humanos. Era natural, dada la mentalidad de la época, que atribuyese a aquellos seres un origen angélico, más que hacerlos venir de otro planeta o de otra dimensión. Pero comunicó lo bastante con ellos para aprender una lengua no humana.


La idea de inventar una lengua completamente nueva no corresponde a la época de Dee, y tampoco concuerda con su mentalidad. Sólo mucho más tarde, inventará Wilkins la primera lengua sintética. El lenguaje enoquiano es absolutamente completo y no se parece a ninguna lengua humana.


Desde luego, es posible que Dee la sacase íntegramente de su subconsciente o del inconsciente colectivo, pero esta hipótesis es casi tan fantástica como la de la comunicación con seres extraterrestres., Por desgracia, a partir de la intervención de Kelly, las conversaciones son visiblemente amañadas. Kelly las inventa de cabo a rabo y hace decir a los ángeles o a los espíritus lo que le conviene. Y, desde el punto de vista de la inteligencia y de la imaginación Kelly estaba poco dotado. Poseemos notas sobre una conversación en la que pide a un «espíritu» que le preste cien libras esterlinas, a devolver en quince días.


En cambio, antes de conocer a Kelly, Dee había publicado un libro extraño: La Mónada jeroglífica. Había trabajado siete años en este libro, pero, cuando leyó la Esteganografía lo terminó en doce días. Un hombre de Estado de su tiempo, Sir William Cecíl, declaró que «los secretos que se encuentran en La Mónada jeroglífica son de la mayor Importancia para la seguridad del reino».













Naturalmente, se ha querido relacionar estos secretos con la criptografía, cosa que es bastante probable. Pero me parece excesivo que se quiera hacer depender del espionaje todo lo referente a John Dee, pues los alquimistas y los magos utilizaban mucho la criptografía, en formas más complejas que las empleadas por los espías. Yo me sentiría más inclinado a tomar a Dee al pie de la letra y pensar que, por una especie de autohipnotismo producido por un espejo, o por otras manipulaciones, consiguió franquear una barrera entre los planetas o entre las dimensiones.


Desgraciadamente, Y según confiesa él mismo, estaba desprovisto por completo de dotes paranormales. Dio un mal paso al contratar a unos «médíums», y la cosa terminó en desastre.








Por lo demás, un desastre provocado, explotado multiplicado por los «Superiores», que no querían que publicase lisa y llanamente lo que había dicho en clave en La Monada jeroglífica. La persecución de Dee empezó en 1587 y no terminó hasta su muerte. Esta persecución tuvo también lugar en el continente, donde el rey de Polonia y el emperador Rodolfo II recibieron mensajes de advertencia «de los espíritus» contra Dee, y donde el nuncio del Papa presentó al emperador Rodolfo, el 6 de mayo de 1586, un documento en el que se-acusaba a Dee de nigromancia.


Fue un hombre desanimado el que regresó a Inglaterra, negándose a publicar sus obras, y que murió siendo rector del «Colegio de Cristo» en Manchester, cargo que ejerció desde 1595 hasta 1605 y que, según parece, no le dió muchas satisfacciones.


Digamos, a propósito de este cargo, que existe un problema que no ha sido resuelto. Aproxímadamente en la misma época, el zar de Rusia invitó a John Dee a trasladarse a Moscú, en calidad de consejero científico. Percibiría un salario de dos mil libras esterlinas al año, enorme cantidad equivalente a unas doscientas mil libras actuales, dispondría de una mansión señorial y disfrutaría de una posición que, según la carta del zar, «debía hacer de él uno de los hombres más importantes de Rusia». Sin embargo, John Dee rehusó. ¿Se opuso, quizás, Isabel de Inglaterra? ¿O bien fue objeto de amenazas?

No lo sabemos, pues los documentos son demasiado vagos. En todo caso, las numerosas calumnias según las cuales Dee, completamente dominado por Kelly, había recorrido el continente esquilmando, uno tras otro, a los príncipes y a los ricos, no pueden sostenerse si se tiene en cuenta esta negativa. Tal vez temió que el zar le obligase a poner en práctica los secretos que había descubierto, para asegurar a Rusia la dominación del mundo.


Sea de ello lo que fuere, Dee se nos presenta como un hombre que recibió la visita de seres no humanos, que aprendió su lengua y que trató de establecer con ellos una comunicación regular. El caso es absolutamente único, sobre todo tratándose de un hombre del valor intelectual de John Dee,


Desgraciadamente, nada podemos deducir partiendo de lo que nos legó Dee, sobre el lugar donde moraban estos seres, ni sobre su naturaleza física. Dice, simplemente, que son telépatas y que pueden viajar en el pasado y en el futuro. Es la primera vez, que yo sepa, que se formula la Idea del Viaje en el tiempo.


Dee esperaba aprender de estos seres todo el conjunto de las leyes naturales, todo el desarrollo futuro de las matemáticas. No se trataba, pues, de nigromancia, ni siquiera de espiritualidad. Dee adoptaba la posición del sabio que quería descubrir secretos, secretos cuya naturaleza era esencialmente científica. Él mismo se calificaba, en todo momento, de filósofo matemático.


La mayor parte de las notas desaparecieron en el incendio de su casa; otras fueron destruidas. en varias ocasiones, por personas muy distintas. Nos quedan algunas alusiones contenidas en La verdadera relación de Casaubon y en ciertas notas que aún se conservan. Estas indicaciones son sumamente curiosas. Dee afirma, en particular, que la proyección de mercator no es más que una primera aproximación. Según él, la Tierra no es exactamente redonda, o, al menos, está compuesta de varias esferas superpuestas, alineadas a lo largo de otra dimensión.


Entre estas esferas, habría puntos o más bien superficies de comunicación, y, de este modo, GroenIandia se extendería en el infinito sobre otras tierras diferentes de la nuestra. Por esto, insistía Dee en varias instancias dirigidas a la reina Isabel, convenía que Inglaterra se apoderase de Groenlandia, para tener en sus manos la puerta de otros mundos.


Otra indicación: las matemáticas estaban solamente en su principio, y se podía ir mucho más lejos que Euclides, el cual, hay que recordarlo, fue traducido por primera vez al inglés por Dee. Éste tenía toda la razón al afirmar esto, y las geometrías no euclidianas que debían aparecer más tarde confirman su punto de vista.


Es posible, dice también John Dee, construir máquinas totalmente automáticas que realicen todo el trabajo del hombre. Esto, añade, ha sido ya realizado en otra parte, en 1585 ... Ojalá supiésemos dónde.


Insiste también en la importancia de los números y en la considerable dificultad de la aritmética superior. Una vez más, tiene razón. La teoría de los números ha resultado ser la rama más difícil de las matemáticas, mucho más que el álgebra o la geometría.


Es muy importante, observa John Dee, estudiar los sueños, que revelan, a la vez, nuestro mundo interior y mundos exteriores. Este punto de vista, perfectamente jungiano, le sitúa muy por delante de su época. Es esencial, advierte también, ocultar a las masas secretos que pueden ser sumamente peligrosos. Aquí encontramos otra idea moderna. Como la encontramos en el tema permanente del Diario de Dee, a saber, que se pueden conseguir facultades perfectamente naturales e ilimitadas con el conocimiento de la Naturaleza, pero que se necesita gastar mucho dinero en la investigación.


Para tener este dinero buscó la protección de los grandes e intentó fabricar oro. No consiguió ninguna de ambas cosas. Si hubiese podido encontrar un mecenas, habría cambiado el mundo.


Entre las personas a quienes conoció ¿se encontraba William Shakespeare (1564-1616)? Me inclino a creer que sí. Cierto número de críticos shakespearianos están de acuerdo en admitir que John Dee es el original del personaje Próspero, de La Tempestad. En cambio, todavía no ha habido, que yo sepa, antishakespearianos lo bastante locos pata imaginar que la obra de Shakespeare fue escrita por John Dee. Sin embargo, Dee me parece un candidato mejor que Francis Bacon a este respecto.


A propósito, no puedo resistir la tentación de citar una teoría del humorista inglés A. A. Milne. Según él, Shakespeare no escribió solamente su propia obra, sino también Novum Organum, por cuenta de Francis Bacon, ¡que era completamente analfabeto! Esta teoría enfureció a los baconianos, es decir, a los que sostienen que Francis Bacon escribió la obra de Shakespeare.


Liquidemos de pasada otra leyenda: John Dee no tradujo jamás el libro condenado, el Necronomicón de Abdul Al Azred, por la sencilla razón de que esta obra no ha existido nun¬ca. Pero, como dice acertadamente Lin Carter, si el Necronomicón hubiese existido, Dee habría sido, evidentemente, el único hombre capaz de procurárselo y de traducirlo.


Desgraciadamente, el Necronomicón fue inventado de cabo a rabo por Lovecraft, el cual me lo confirmó en una carta. Es una lástima.


La piedra negra, procedente de otro universo, recogida en primer lugar por el conde de Peterborough y, después, por Horace Walpole, se halla actualmente en el «British Museum». Este no permite que se utilice ni que sea sometida a ciertos análisis. Es una decisión lamentable. Pero si los análisis del carbono que compone esta piedra diesen una forma isotópica distinta de la del carbono terrestre, demostrando que la piedra viene de otra parte, todo el mundo se sentiría aturrullado.


La Mónada jeroglífica de Dee puede encontrarse o conseguirse en forma de fotocopias. Pero sin las claves correspondientes a los diversos códigos de la obra, y sin los otros manuscritos de John Dee, quemados en Mortlake o destruidos por orden del rey Jacobo I, no puede servirnos de gran cosa.





















Musica: "Las Puertas de Amalec"

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