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sábado, 15 de noviembre de 2014

La representación alquímica en la Escalera del Señor de Bom Jesús (Braga)












Escalera del Señor de Bom Jesús





Introducción


La ciudad de Braga está dedicado a la Virgen, una vez llamado Isis: La Diosa Madre, la Madre Cósmica, la Madre Naturaleza, Madre de los Misterios y de los Iniciados. Tal vez por esta razón nos encontramos con estos elementos en la ciudad, más o menos velados en antiguas tradiciones paganas que recuerdan una experiencia iniciática del hombre, una vida consciente del proceso de transmutación interior a través de la "muerte" y el "renacimiento" espiritual. Ejemplo es la fiesta pascual, que aquí se vive intensamente y que presenta raíces paganas muy profundas. Del mismo modo que la naturaleza despierta tras la incubación del invierno,  el hombre debe renacer de nuevo como representa simbólicamente el huevo místico renovado y consciente que tradicionalmente aparece en  Pascua.

Los seres humanos siempre han sentido una atracción fuerte y una reverente admiración por la montaña. Minho, por citar sólo algún ejemplo,  tienen numerosos lugares de culto cristianizados como la Señora de Penha en Guimarães, Sameiro, Nossa Senhora da Peneda y el propio Bom Jesus de Braga. También cabe señalar que debido a esta atracción por las alturas el hombre construyó desde muy antiguo montañas artificiales con son en definitiva las pirámides y templos de Egipto y Estados Unidos, los zigurats de Mesopotamia, Nemrut Dagui en Anatolia etc. 

¿Cuál es la razón de  este vínculo sagrado entre el hombre y la montaña? Si resulta siempre dificil comprender racionalmente el contenido que encierran los símbolos, en el caso de las montañas sagradas esto se vuelve aún más complejo, ya que no se trata sólo de un símbolo, sino que en la mayoría de los casos, éste está asociado a una determinada carga energética que está allí presente y localizada.

La montaña se asocia principalmente con el principio de la altura y del centro. Es alta, vertical, está cerca del cielo; por lo tanto, simboliza la aspiración y la trascendencia, el encuentro de la Tierra con el Cielo, la morada de los dioses como referencia arquetípica de la ascensión humana. Vista desde arriba aparece como un punto, es el centro del mundo; vista desde abajo aparece como una línea vertical, es el Axis Mundi o eje del mundo, y presenta la forma que asociamos con la escalera por la que se puede ascender. Es el Omphalos, el ombligo del mundo. 

La montaña también nos sugiere principios universales como estabilidad, imutabilidad y pureza. Su elevación hacia los cielos  permite establecer relación con la divinidad; es la vuelta a los orígenes. La montaña es el Axis-Mundi particular de cada cultura: En La India el Monte Meru, los Kuen-Luen en China, Fuji-Yama en Japón, es el Olympus griego, el Alborj persa, el Moriah masónico, la Kaaba en la montaña de la Meca, el Gólgota del cristianismo, el Montsalvat del Grial, la Montaña Qaf del Islam, la Montaña Blanca de los celtas, el Potala tibetano, etc.

Ricardo de San Víctor nos traduce muy bien lo que significa la montaña sagrada para el hombre: "El aumento de esta montaña pertenece al conocimiento de sí mismo, y lo que sucede en la parte superior de la montaña lleva al conocimiento de Dios". Aquí el autor citado revela todo el sentido alquímico del arte de la transmutación: Elevar a la Naturaleza y hasta el oro purificado.


Los dos textos siguientes referentes a la Montaña fueron escritos en el siglo XVII por dos rosacruces ingleses.

El primero de estos escritos se atribuye a Eugenio Filaleteo, célebre cabalista y alquimista inglés, autor de varias obras, entre ellas el Tratado del Cielo Terrestre y la Magia Adámica.

El segundo es obra de Robert Fludd, que también nació en Inglaterra a finales del siglo XVI y se encuentra en su Tractatus Theológico-Philosophicus. Fludd viajó y estudió mucho, doctorándose en medicina. Fue un hombre de vasta cultura y un gran inventor. Defendió a los Rosa-Cruces contra el manifiesto de Gabriel Naudé y murió en Londres el ocho de septiembre de 1637.

Ambos autores parecen hablar de lo mismo en los pasajes que hemos seleccionado y lo hacen incluso con un lenguaje que presenta bastantes semejanzas. Creemos que los dos describen una experiencia muy importante y concreta, la experiencia por excelencia, que tiene lugar entre el Cielo y la Tierra, en las alturas profundas de la montaña.



La Montaña


Hay una montaña situada en medio de la tierra, o centro del mundo, que es, al mismo tiempo, pequeña y grande, blanda y más allá de toda medida dura y pétrea. Está alejada y sin embargo, al alcance de la mano, pero, por la providencia de Dios, es invisible. En ella están escondidos los mayores tesoros que el mundo no es capaz de valorar. Esta montaña, a causa de la envidia del Diablo, siempre opuesto a la Gloria de Dios y a la felicidad del hombre, está rodeada de bestias muy crueles y de otras aves rapaces que hacen el camino difícil y peligroso.

Y por esta razón hasta el día de hoy, porque los tiempos no han llegado aún, el camino que conduce allí no ha podido ser encontrado ni imaginado. Pero ahora al fin, el camino será encontrado por aquellos que son dignos de él, pero con todo y con eso por el trabajo y los esfuerzos del hombre.

Iréis hacia la montaña en el curso de una cierta noche (cuando aquello viene) muy larga y muy oscura y tened cuidado de haberos preparado vosotros mismos por la oración. Insistid para conocer el camino que conduce a la montaña, pero no preguntéis a nadie donde se encuentra: Seguid solamente a vuestro Guía que se presentará a vosotros y os vendrá a encontrar en el curso del camino. Pero vosotros no le conoceréis. Este Guía os conducirá a la Montaña a medianoche cuando todo está en silencio y es oscuro. Es necesario que os arméis de un valor decidido y heroico sin lo cual tendréis miedo de las cosas que ocurrirán y caeréis hacia atrás. No tenéis necesidad ni de espada ni de ninguna otra arma corporal: Sólo pedid a Dios su ayuda, sinceramente y con todo vuestro corazón. Cuando hayáis descubierto la Montaña, he aquí el primer milagro que aparecerá: Un viento muy impetuoso y muy grande sacudirá la Montaña y hará estallar las rocas a pedazos. Vosotros estaréis también rodeados de leones, de dragones y de otras bestias terribles: Pero no tengáis miedo de todas estas cosas. Sed resueltos y tened cuidado de no volveros atrás porque vuestro Guía, el que os ha conducido hasta allí, no permitirá que ningún mal os alcance. Pero en cuanto al tesoro, no está aún descubierto aunque esté muy cerca. Después de este viento vendrá un temblor de tierra que derribará todo lo que el viento había dejado y lo allanará todo. Pero estad seguros de que vosotros no seréis derribados. Después del temblor de tierra caerá fuego que consumirá toda la mugre de la tierra y descubrirá el tesoro. Pero vosotros no podéis verlo aún. Después de todas estas cosas y cerca del alba, habrá una gran calma, veréis la estrella de la mañana, la aurora se os aparecerá y veréis un gran tesoro: La cosa más importante y perfecta en él es una cierta tintura exaltada, con la cual el mundo, si ha servido a Dios y si es digno de un tal don, puede ser teñido y transformado en el oro más puro. Esta tintura empleada según la instrucción de vuestro Guía, os hará joven si sois viejo y no tendréis ya mal alguno en ninguna parte de vuestro cuerpo. Con la ayuda de esta tintura encontraréis también perlas de una perfección inimaginable. Pero no os atribuyáis nada a vosotros mismos de vuestros poderes presentes, contentaros solamente con lo que vuestro Guía os comunicará; load a Dios perpetuamente por su Don y tened cuidado en no usarlo para un fin de agasajo mundano: Empleadlo en trabajos tales que sean contrarios al mundo.

Usadlo rectamente y gozad de él como si no lo tuvierais. Llevad una vida templada, sin pecado, sin lo cual vuestro Guía os abandonará y seréis privado de su gozo: Sabed esto en verdad: El que haya abusado de la tintura y no viva de un modo ejemplar, con pureza y devoción ante los hombres, perderá este beneficio y no le quedará casi la esperanza de encontrarlo de nuevo después. He aquí la descripción que nos han hecho de la Montaña de Dios, el Horeb Místico y Filosófico que no es nada más que la parte más elevada y más pura de la tierra.






La Montaña de los Filósofos.  Emblema R+C (1604)





Eugenio Filaleteo
La Montaña


En todas las edades de la Iglesia, habrán hombres a quienes será dada, para vencer, esta madera que está en el paraíso de Dios, o el maná oculto, o la estrella matutina, o blancos vestidos con los que vestirse o el don de que su nombre no sea borrado del Libro de la Vida, o que serán columnas del Templo y llevarán el nombre nuevo del Cordero.

Además, la Verdad misma nos ha prometido que todo lo que estaba oculto, será manifestado, que todo lo que estaba escondido será conocido.

Se deduce de todo ello que la Verdad está guardada por una élite; que esta Verdad será revelada antes de la revolución (el fin) de los tiempos por voluntad y con permiso de Nuestro Señor Jesucristo, como ha sido anunciado por los profetas y los apóstoles. Como Juan Bautista preparó y anunció la llegada de Cristo, así la élite en la que habita el espíritu prepara el advenimiento del Sión todopoderoso y del deslumbrante sol de la Verdad; son como los albores que preceden a la aurora. Pero, ¡OH DIOS! Cuán ocultas son las virtudes de estos hombres! ¡Cuán secretos los lugares en los que, en nuestro siglo, ha fijado su morada terrestre el Espíritu!

Gozan de incalculables riquezas y parecen pobres y desconocidos en el mundo, pues el mundo no conoce a los hijos de Dios ya que los hijos de Dios no quieren conocer al mundo.

Sin embargo, la voluntad de Dios es que lo oculto sea manifestado. Ha declarado a través de su profeta que antes de la revolución (el fin) del mundo toda carne será penetrada por su espíritu.

El salmista real afirma que los hijos de los hombres de fe serán embriagados de voluptuosidad bajo las alas protectoras de Dios, que es la Fuente de la Vida y que veremos la luz en su luz.

Veamos pues, a través de qué hombres, inspirados por Dios por la virtud del Espíritu, puede realizarse el anuncio y la revelación de esta luz.

No se encuentran entre los Padres doctores en Teología ni tampoco junto al mismísimo Papa, que parece poseer y reivindicar en la tierra la cátedra de Jesucristo. 

Demostraré que los hombres en cuestión, aquellos que han de poseer en su plenitud todos los dones de la ciencia, no se hallan entre estos últimos, que tienen pocos (dones de la ciencia) o carecen de ellos, pues les falta el goce completo de los dones del Espíritu Santo enumerados en la Epístola de los Corintios.

No es que carezcan totalmente de dones, uno es elocuente, otro más casto, otro más creyente, etcétera, pero estos dones son en ellos como una representación, un poco como la imagen o la sombra respecto al cuerpo.

Los dones reales y eficaces comportan la profecía, la facultad de hacer milagros, la posesión de lenguas, la capacidad de curar enfermedades y son dones que hay que descubrir entre los anunciadores de la verdad oculta.

Los elegidos de Dios dicen la verdad plena, profetizan, tienen visiones verdaderas, se expresan en lenguas, interpretan con exactitud las Escrituras, expulsan los demonios, curan enfermos, observan preceptos divinos y no se oponen al Verbo de Dios. Estos son los indicios que pueden hacernos reconocer a los verdaderos discípulos del Espíritu. Y si alguno de nuestros sabios se presenta ante el mundo vulgar como poseedor de todos o de la mayoría de estos dones, mentirá, pues la Verdad no estará en él, no será un servidor de Jesucristo sino un esclavo del mundo y lo propio del mundo es odiar a los justos.

A través de mi búsqueda minuciosa he llegado a la conclusión, hermanos muy iluminados, que estáis realmente iluminados por el Espíritu por la impulsión y las advertencias divinas en las que se anuncian y desvelan las cosas que los textos Sagrados han predicho místicamente como teniendo que ocurrir inmediatamente antes del fin del mundo.

Vosotros que estáis por encima de los hombres de esta época, habéis recibido del Creador del mundo una felicidad, una virtud espiritual y una gracia divina superiores. Veis en su luz, estáis reconfortados por el Espíritu de la Sabiduría, lleváis una vida feliz y es evidente que habéis recibido todos los dones del Espíritu Santo.

Y si vuestros actos están conformes con vuestras palabras, lo que confieso soy incapaz de dudar, digo que habrá que creer en vuestras profecías ya que están en perfecta relación con la Fuente Sagrada de la Verdad.

¿Qué entendéis, en efecto, por vuestro León triunfante que ha de venir pronto y que sale de la Tribu de Judá? ¿A qué os referís al hablar de aurora naciente? ¿No es la claridad eterna, anunciada en las Escrituras?



La escalera de la entrada


A principio de este camino ascendente que nos conducirá hasta la base de la cima de la montaña, nos enfrentamos con el signo de la Obra alquímica: A cada lado del vestíbulo que conduce a la escalera brota una fuente de agua de una estrella de ocho puntas 

Las estrellas perforan la oscuridad, por tanto están asociadas con el simbolismo del conflicto entre el espíritu y las fuerzas espirituales (la luz), con las fuerzas materiales (la oscuridad). La estrella de ocho puntas, está formada a partir de la superposición de dos cuadrados - el Octágono - el cuadrado (símbolo de la materia terrestre) y el círculo (el orden celestial); es por tanto un símbolo de regeneración, que eleva lo efímero a lo que tiene validez eterna. 






Escalera del Señor de Bom Jesús, detalle




Fulcanelli asegura que la estrella es la firma inicial de la Obra: "Es el signo protagonista de todas las modificaciones internas de cuerpos tratados filosóficamente".

Subiendo las primeras escaleras en forma cónica, nos encontramos frente a un umbral que tenemos que superar. Es la puerta de entrada que nos recuerda que la vida es doble: El día y la noche, la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer, el blanco y el negro, lo positivo y lo negativo, la acción y el pensamiento, el oro y la plata, etc. El Sol es el espíritu divino y la Luna, lo que refleja la luz del Sol,  el alma. Por lo tanto, uno de los pilares laterales es la Fuente del Sol y en el otro el origen de la Luna, ambos se unen a través del arco de cierre. El Sol y la Luna son los símbolos de la dualidad eterna que permite la creación y la vida.

Sobre la unión entre el Sol y la Luna, Fulcanelli, en su libro "El Misterio de las Catedrales", escribe: "es la Luna, que recibe los rayos del sol y los conserva secretamente en su seno. Es la dispensadora de la sustancia pasiva, a la cual anima el espíritu solar.(...) De la unión de estos dos principios resulta la materia viva, sometida a las vicisitudes de las leyes de mutación y de continuidad.

Y surge entonces Jesús, el espíritu encamado, el fuego que toma cuerpo en las cosas, tal como lasconocemos aquí en este mundo :. y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros".




La escalera de los planetas





Representación escultórica de la Fortaleza





Transpuesto el pórtico, se inicia una escalera en línea discontinua, en forma de una M. Según HP Blavatsky, este es la más sagrada de todas las letras, asumiendo un carácter místico, tanto en Occidente como en Oriente. Representa las olas en el agua primordial Gran Océano. Es la Matriz, la Mater, Madre, Mut Egipto, María en el cristianismo, el budismo Maya, etc .. Es el principio de la Materia Primordial como Gran Obra alquímica.

Subiendo los tres primeros tramos de escaleras que asciende encontramos, en el primer patio, La Fuente de Diana representada por la aljaba de flechas y el arco. Diana, la hermana de Apolo, está muy bien definida por Delia Guzmán en los siguientes términos: "Bajo el símbolo superficial de la diosa de los bosques y los animales - a veces para protegerles y otras veces para destruirlos cazandolos - revela la vigilancia de la Naturaleza, la claridad de la vida y la pureza de las costumbres, los sentimientos y pensamientos. Digna complementariedad de Apolo, que no quiere que el sol ilumine nada que no se pueda mostrar en toda su plenitud y nobleza ". De este modo, Diana señala la necesidad del hombre de purificarse a sí mismo con el fin de poder penetrar en los profundos misterios de la naturaleza. 

Por otro lado, el hecho de que la fuente Diana esté presente al comienzo de la escalera es muy interesante porque uno de los signos que muchas veces se encuentra en el inicio de la obra alquímica es precisamente el arco y la flecha, que indican que se está siguiendo el camino correcto. Escuchemos una vez más Fulcanelli sobre el tema: "El artista ha caminado largo tiempo; ha errado por vías falsas y caminos dudosos; ¡pero al fin se ve colmado de gozo! El rio de agua viva fluye a sus pies; brota, a borbotones, del viejo roble hueco . Nuestro Adepto ha dado en el blanco. Y así, desdeñando el arco y las flechas con las cuales, a la manera de Cadmo, traspasó el dragón, mira ondear el límpido caudal cuya virtud disolvente y cuya esencia volátil le son atestiguadas por un pájaro posado en el árbol"











El Arbol Filosófico (Splendor Solis - Fig. XV)








Continuando la ascensión encontraremos la Fuente de Marte con sus atributos guerreros.


Astrológicamente, Marte es la energía, el deseo, el ardor, la tensión y la combatividad. En el hombre es la lucha contra los deseos y las pasiones .. Alquímicamente se asocia con el hierro. Para la Alquimia los "metales son los elementos del mundo planetario subterráneo, la contraparte de los planetas, el metal de los cielos: El simbolismo de cada uno de los Metales.


imboliza la energía cósmica solidificada y condensada, bajo distintas características, asignaciones e influencias "(Diccionario de símbolos, j. Chevalier).











Representación del Caduceo de Hermes






El siguiente nivel es la Fuente de Mercurio. Él es el hijo del Sol y la Luna, por tanto asume el rol de mediador. Es el principio de todas las conexiones, los intercambios, y la adaptación del movimiento. Mercurio lleva el caduceo, símbolo de una naturaleza dual en la que se confrontan y armonizan los opuestos y los principios complementarios: Macho-hembra, positivo-negativo, activo-pasivo, hombre-mujer, etc. En el hombre se relaciona con la inteligencia y el discernimiento. En el metal alquímico es en sí mismo Mercurio.





Representación de Saturno






Luego tenemos la Fuente de Saturno. Es el planeta relacionado con la muerte, porque siega todo lo que no es una verdadera realidad. Así, Saturno es el que pone a prueba las obras e ideas, eventualmente suprime todas las realidades temporales falsas que no son susceptibles de cosecha. De ahí su símbolo - que se registra en su origen - como el de la hoz. Por lo tanto, se asocia con todos los procesos de separación de la historia del ser humano: Desde la ruptura del cordón umbilical del recién nacido a la desposesión de las personas mayores, a través de distintas pruebas y dificultades de la vida nos proporciona: La liberación de los instintos y la parte animalizante. Por tanto constituye un factor importante en la conquista de la vida espiritual. Saturno representa el cese de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. En los seres humanos, se corresponde con el cuerpo físico. En la alquimia, se relaciona con el plomo y el color negro de la materia putrefacta y disoluta.

Continuando el ascenso de la escalera alcanzamos el patio circular en la que se encontraba la fuente de Júpiter (actualmente situada en la parte superior, al lado de un hotel). Astrogicamente, Júpiter encarna el principio de equilibrio de autoridad, del orden, de la abundancia y de la preservación de la jerarquía establecida. Júpiter es el dios del trueno y el relámpago y es precisamente el rayo lo que encontramos en su origen. En el hombre se asocia con el elemento vital y en  Alquimia, con el metal que le corresponde, el estaño.





La fuente de las serpientes 




                      






En ese mismo patio circular también encontramos dos fuentes extraordinarias, una a cada lado de la escalera, que incluyen en su base un recipiente sobre el cual se vierte el agua. Constan de cuatro cabezas de cocodrilo dirigidas a los cuatro puntos cardinales. Este hecho es muy significativo porque el cocodrilo, en varias mitologías, es el Señor de las Aguas Primordiales. Es es una deidad ctoniana que reina en de inframundo,  constituyendo así un símbolo de oscuridad y de muerte, pero también el renacimiento. En este sentido, es equivalente a Seth egipcio y Typhon griego. Para Miztecas y los aztecas, la Tierra nació de un cocodrilo que vivió en el Mar Primordial; Para los mayas, la Tierra fue transportada en la parte posterior de un cocodrilo. Es el Señor de los Misterios de la Vida y de la Muerte, el gran iniciador. 







Llamas de piedra





Alrededor de las cuatro cabezas de cocodrilo se desarrolla una espiral ascendente de nueve vueltas, a través de la cual fluye el agua que se vierte en la parte superior de la misma, por la boca de una serpiente en el interior de una copa. La espiral evoca la fuerza en estado de evolución. Representa los ritmos de la vida, así como toda la naturaleza cíclica de la trayectoria evolutiva. El nueve anuncia a la vez un fin y un nuevo comienzo, es decir, la renovación a través de un proceso de muerte y renacimientohace la puesta en práctica de un nuevo plan a través de un proceso de muerte y renacimiento; es el número de iniciación. La señal que marca el final de una etapa de desarrollo espiritual y el comienzo de otra superior. Cierra el ciclo de la multiplicidad, para una reunión con la Unidad porque esotéricamente 10 = 1 + 0 = 1. 

La serpiente encarna la vida, ya que en origen se consideraba que las aguas primordiales y tierra profunda formaban la sustancia primordial de la serpiente . Así, la encontramos asociada a las corrientes de agua subterránea, que son el origen oculto de los chakras de la tierra, y las energías telúricas. La serpiente simboliza la sabiduría y el renacimiento (nacer dos veces), porque representa la atención constante, el eterno rejuvenecimiento y el guardián del poder y de los tesoros ocultos.

En cuanto al cáliz, desde donde el agua brota, es el recipiente que contiene la poción de la inmortalidad y de la abundancia; es la matriz de la que emana la leche de la vida, leche que no es más que la bebida denominada Soma de la inmortalidad. El cáliz es también el símbolo del corazón para los iniciados.




La escalera de los cinco sentidos



Después de este tramo de escaleras se accede a otro patio donde empieza la escalinata de los cinco sentidos, dividida en cuerpos rectangulares, formados por dobles lances en líneas divergentes, que ascienden hasta unos patios laterales, donde convergen a nivel central,  en torno a las fuentes representativas de los sentidos. Es interesante destacar el hecho de que la forma de entrelazamiento de las escaleras sugiere en sí misma una clara representación del caduceo de Mercurio. 

En el primer patio brota la Fuente de las Cinco Llagas. La fuente presenta una concha de siete semicírculos, cinco partes de una concha. Estos cinco agujeros forman el tresbolillo, es decir, la quinta esencia que tiene el poder de actuar sobre la materia y la transforma. ¿Es el hombre espiritual que despierta el área de la materia que constituye su personalidad. Cinco son los sentidos que permiten capturar las cinco formas sensibles de la materia y así trascenderla.







La vista





En ambos lados de la escalera se levanta el primero, la Fuente de Vista. La fuente se compone de una figura que libera agua por los ojos y sostiene en su mano izquierda un par de gafas. Tres águilas, guardianes de esta fuente, miran hacia el sol. 

Esta fuente, al igual que las que le siguen, trata de mostrar el sentido trascendente de lo que significa en sí misma, éste está representado por el Sol, símbolo de la claridad que nos permite conocer la verdadera realidad, oculta tras las sombras de la ignorancia. El águila como animal solar, representa la aspiración a esa misma luz que viene de arriba; por lo que la vigilancia es también una de sus características. La aclaración de todo ello son las estatuas que coronan esta fuente y sus inscripciones como, por ejemplo, el profeta Jeremías, que representa el Sol y está en su mano derecha un palo con los ojos. En el pedestal se lee en la copla: "Yo veo el palo vigilante". Todo se vuelve más claro si tenemos en cuenta que la varilla o personal es un símbolo del conocimiento que permite a los sabios para caminar con seguridad. 

El siguiente nivel tenemos la Fuente de la Audición. La figura representada lanza chorros de agua por ambos oídos. A continuación se presentan tres cabezas de buey. Es a través de escuchar todo lo que se presenta como voces de la naturaleza que se hacen eco en el interior del hombre. Y la voz de la sabiduría que penetra al hombre haciéndolo fructífero para una nueva vida en una capacidad creativa. Por encima de la inscripción de la fuente, hay una estatua de mujer tocando una lira, nos dice lo siguiente: "tu voz suena y mis oídos". 

En el tercer nivel tenemos la Fuente del Olfato; La figura representada lanza agua por su nariz. Tienen en sus manos una caja abierta y un perro a cada lado.

El olfato, así como la vista,  se asocia a menudo con la clarividencia, la capacidad de percibir lo que no captan nuestros sentidos físicos. En la parte superior de la fuente hay una estatua de Noé que sostiene un cordero al lado de un altar, y la siguiente leyenda: "Noé se dio cuenta del suave olor del Señor." En el lado opuesto se encuentra la estatua de Sunamites abrazando a una palmera, y abajo leemos: "Tu estatura es semejante a la palmera ... y el olor de tu boca es como las manzanas". (Recordemos que la manzana es el fruto del conocimiento). 

El cuarto nivel es la Fuente de Sabor. La figura de la fuente arroja agua por la boca y tiene una manzana en la mano izquierda y un mono en cada lado.






Fuente en forma de serpiente que bebe del cáliz





La boca es el símbolo de la fuerza creativa, el órgano de la palabra o del verbo. Por lo tanto, al lado del mono aparece también Cinocéfalo el delegado del Dios Thot en Egipto, el escriba divino que señala la palabra de Ptah, el Dios Creador.

Por último tenemos la fuente del tacto. La figura sostiene una jarra que vierte agua, y arañas como animales simbólicos la acompañan. Esta fuente representa básicamente la acción y el destino forjado por el hombre. La mano, como un vehículo privilegiado de contacto, es el símbolo de la actividad y el poder. Se mantiene pasiva cuando conserva activa cuando libera. La mano es un signo del trabajo de la Obra, es muy interesante que está aquí asociada con el cilindro, porque los cilindros construidas por el alfarero son los elementos de nuestro karma, el fruto de nuestras acciones. La araña es el tejedor de la realidad y la amante del destino y el hilo tejido por ella es el medio o soporte de la realización espiritual. 


También constatamos en relación con la Escalinata de los cinco sentidos, que en todas sus fuentes, nos encontramos con la presencia de cinco interesantes castillos o torres formadas por cuatro lados y una puerta. Fulcanelli nos dice lo siguiente acerca de la representación del Athanor alquímico: "Los hornos son representados en forma de torreones, con sus glacis, sus almenas y sus troneras. Algunas combinaciones de estos aparatos llegan a tomar el aspecto de edificios o de pequeñas fortalezas de los que salen picos de alambique y cuellos de retorta". El pecho es atanor donde los cuatro elementos se unen (torreta con cuatro lados cuadrado) que se supervisan con celo (las almenas) con el fin de realizar el trabajo (retortas), lo que permite la liberación del quinto elemento (puerta). 





La escalera de las virtudes


Encontramos, en primer lugar, esta Escalera en la fuente de la fe, representada por una cruz que arroja agua por tres orificios ubicados en los puntos donde se clavan los clavos de la crucifixión. Escuchemos una vez más, Fulcanelli, a este respecto: 

"la cruz tiene la huella de los tres clavos que se emplearon para inmolar al Cristo-materia, imagen de las tres purificaciones por el hierro y por el fuego."

El sacrificio del hombre físico, crucificado entre dos mundos, despierta el hombre espiritual, el Christos, o Iluminado. Por esta razón, en la parte superior se puede leer: "De él fluyen aguas de vida." La fe es el paso de un estado a otro, que no se vislumbra en el horizonte" 

Por lo tanto, no es extraño encontrar precisamente allí la estatua de la Fe representada por una mujer con los ojos vendados, ya que la fe es la capacidad de ver con el corazón. Acompañándola tenemos: En el lado derecho, la confesión y en el izquierdo, la docilidad en forma de una mujer. En su mano derecha sostiene una serpiente y en la izquierda  un escudo con la cabeza de un elefante coronado por un reloj de arena coronada por una serpiente entre dos espejos. La inscripción dice: "Con el corazón se cree para alcanzar la justicia."







Representación del Arca de Noé encallado en el Monte Ararat






En el segundo nivel está representada la Esperanza por el Arca de la Alianza de Noé descansando en la montaña. El arca es el símbolo de la caja o tesoro de regeneración cíclica, constituyendo así el principio de la conservación y el renacimiento. Es el recipiente alquímico que procesa la transmutación de los metales, o el corazón del hombre-alquimista que opera la transmutación de lo humano a lo divino. En cuanto a la esperanza, es la fuerza que impulsa al hombre a llegar a buen término. Es por ello que la estatua de la Esperanza porta en su mano izquierda un ancla y a la derecha vemos una paloma que revolotea. En su base podemos leer: "Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria" . La acompañan las estatuas de la Confianza y la Gloria. 


La tercera y última representación es la caridad a través de dos niños de pie sosteniendo un corazón que arroja agua. 















El niño es el símbolo del renacimiento de la vuelta del hombre a un estado puro, la conquista de la paz interior.  Dos son los niños, una hembra y un macho, unidos en el corazón que tanto espera. Esta dualidad espiritual particular, se refiere a la entrega y la receptividad, el espíritu y el alma están unidos por el corazón, que es el centro donde se encuentra la vida del hombre. Es interesante notar que, para los egipcios, el corazón fue simbolizado por un balde, ya que este último permite no sólo contener las aguas de la vida, sino también arrojarlas. Un balde que se vacía sin ser capaz de regenerar sus aguas y por lo tanto se libra de las impurezas del egoísmo.











Representación de la Caridad





La caridad es el acto de dar y, sobre todo, puede hacer posible. recibir, por supuesto, un nuevo aliento en el corazón .

En la parte superior de la fuente esta una estatua de la Caridad: un semblante alegre tiene dos niños en sus brazos. Esta es Isis, la Virgen, la naturaleza fecunda, es la caridad suprema, el dador de la vida. En la inscripción en su base se lee: "Hay tres virtudes ... pero la mayor de todas ellas es la caridad." Acompaña a ellos por un lado la estatua de la Bondad y la por el otro la Paz. 
















El Pelícano como símbolo de la Caridad









En lo alto de este escadatório se encuentra una terraza en la que antiguamente existía un jardín formando un laberinto. Aquí nos encontramos con un tipo de letra llamado Cascada, en donde lagrimea un pelícano que se rasga con el pico en el pecho con el fin de dar de comer a sus hijos. Simboliza los Maestros que se sacrifican para dar al hombre la sabiduría, el agua y la sangre de la vida que habita en ellos : "nuestro pelícano te riega con su sangre y con el agua de su corazón" (Silesius)



La fuente de Hércules


Detrás de la iglesia que culmina la escalera, que se encuentra en el bosque existe una magnífica fuente, cuyo nombre se desconoce, montado en un ser bestial, un hombre blandiendo una maza en la mano derecha y en la izquierda un escudo grabado con una cruz inscrita. Su nombre es Hércules o equivalente. Es uno que ha dominado la naturaleza animal a través de duras pruebas; su protección es el escudo puro de la quintaesencia. Es el hombre que ha alcanzado su centro, el gran alquimista.


El origen


Penetrando más profundamente en el bosque, en el punto más alto de la montaña, un lugar rodeado de robles, encontré una roca enorme roca en la parte superior de la que un hombre dijo a Moisés, si sumerges una lanza en la roca, a continuación, brotará un manantial que es la fuente de toda el agua que corre a lo largo de la escalera: "Aquí está nuestra famosa fuente, cuya agua clara brota del pie del árbol sagrado, tan venerado por los druidas, y la cual fue llamada Mercurio por los antiguos filósofos, aunque no tenga el menorparecido con el azogue vulgar. Pues el agua que nosotros necesitamos es seca, no moja las manos y sale de la roca al ser ésta golpeada por la vara de Aarón. "(Fulcanelli en el Misterio de las Catedrales).

¿Qué mejor aclaración podríamos encontrar sobre tan maravilloso origen?



Conclusión


Lo que hemos intentado hacer en todo este trabajo no era fácil: Subir una escalera, en el sentido amplio de la palabra, explicando intelectualmente sus símbolos. En cambio nos contentamos si cada uno de nuestros lectores se abre a la posibilidad de hacer una peregrinación, una exploración dentro de su propia montaña interior, encontrando lo necesario para intentar transmutar las materias más burdas de su ser en cristalinas y en última instancia permitirle el descubrimiento de algo tan simple como las fuerzas o elementos de resorte de las que emana la esencia de su propia existencia.

"Adéntrate. En el interior está la fuente de todo bien, de la que todo ha emanado, y emana, siempre que se esté excavando."



Fuentes documentales:



Transcripción de un texto de Marco Aurélius por José Ramos:

lunes, 31 de marzo de 2014

Simón H: La Alquimia Viva


SIMÓN H:
La Alquimia Viva

Existe en España un viejo adagio que reza: “Nadie es profeta en su propia tierra”. La sabiduría popular recoge así esta desagradable realidad que se ha repetido en numerosas ocasiones en nuestra historia. Eso lo sabe muy bien Simón H, uno de los mejores  hombres que nos ha dado este país y, sin embargo, tan ignorado.

Pocas veces, y en el caso de la Alquimia especialmente, a lo largo de su dilatada historia ha sucedido que apareciese una personalidad que como Rara Avis se dedicase, en cuerpo y alma, y en tiempos de sequía, a rescatar del polvoriento pasado, mediante su esfuerzo y sacrificio, a la vieja Dama casi olvidada, para después rejuvenecerla.

Contados son los hombres que han tenido el privilegio semejante, pero también la gran responsabilidad y sabiduría necesarias para portar, contra viento y marea, la Antorcha Encendida, conservando vivo el rescoldo del Fuego Primordial para después incrementarlo con su propia luz, avivarlo y mantenerlo, con un único fin: En un acto de generosidad infinita transmitirlo como guía, más pleno, vivo y brillante que nunca, a los que andaban perdidos y desesperados en su infructuosa búsqueda.

Tal es el caso de la figura del alquimista español Simón H., primero estudiante, luego Adepto, y finalmente Maestro vivo de la Alquimia, pues a ese cometido  nuestro personaje ha dedicado su vida durante más de treinta años, es decir, al  rescate de la Ciencia olvidada, reactivándola en el último cuarto del siglo XX, y entregando su precioso tesoro recuperado a las nuevas generaciones del siglo XXI. Precisamente hoy, en un mundo que ahora más que nunca necesita volver a retroceder sobre sus pasos para retomar el camino de la noble Filosofía Natural, hoy tan esquiva y, sin embargo, tan imperiosamente necesaria para la formación de futuros seres humanos más completos y conscientes en sus dos facetas: la material y la espiritual.

“Muchos son los llamados, poco los elegidos”…., apenas un puñado de hombres en cada siglo nos han legado calladamente ese tesoro olvidado. Su sacrificio personal en soledad, su esfuerzo muchas veces arriesgado, ha sido responsable de las fértiles semillas que puedan prosperar en el conocimiento.

El nombre de Simón H. debería estar escrito con letras de oro en los anales de la historia de la Alquimia. Él, a buen seguro, que ha protagonizado el despertar del interés de científicos contemporáneos que aún conservan la frescura, la humildad e inocencia y, sobre todo, la valentía necesarias para aprender de una disciplina que el colectivo al que pertenecen ha venido metódicamente despreciando durante los últimos siglos.

Kepler, Newton, Paracelso, y un largo etc., los más grandes pioneros de la ciencia,  conocedores de la praxis y la filosofía, que tal disciplina encerraba en su núcleo, bebieron en sus fuentes, cuyo paradigma hoy se silencia.   

Mientras la Humanidad en su conjunto y sus hijos, los hombres, en  particular no volvamos sobre nuestros pasos para recuperar aquellas olvidadas disciplinas,  que perdimos en mal momento, deslumbrados por la avaricia y convertidos en hijos exclusivos de la materia vil, como aves erráticas que atraviesan la tormenta en la noche o, peor aún, creyéndonos poder volar hacia alturas imposibles, ignorantes de nuestros propios límites como Ícaro en su imprudente vuelo, la Humanidad seguirá impotente ante sus problemas carente de una visión verdaderamente integradora y evolutiva.

En ese terreno la Alquimia lleva siglos de ventaja sobre la ciencia actual, algunos principios, felizmente “redescubiertos” hoy por nuestros científicos contemporáneos, como ejemplo, el Principio de Incertidumbre atribuido a Heissenberg, han sido muy claramente reconocidos desde el principio por sus Adeptos, porque la Alquimia no entraña el trato frío con la materia, desconectada del practicante, sino que es una filosofía química que envuelve a materia y a operador.

Esta ciencia no contempla la materia sin el espíritu para evolucionar, como los pulmones no pueden trabajar sin el aire para efectuar el milagro de la respiración y de la vida. Este noble principio, del cual hoy en día muchos ignorantes hombres de ciencia todavía se reirán, es la base de toda la Ciencia de Hermes, Ciencia de la que en su humildad Simón H ha recogido su “rocío” y destilado su “Sal Celeste”, elevando su natural fuerza magnética con los frutos de su trabajo incansable y llevándola a estar hoy más viva que nunca.

Ese ha sido su gran trabajo, su mérito, que pocos podían acometer. Algunos incautos lo intentaron, desconocedores de sus propios límites…., otros, en cambio pecaron de avaricia, llegaron incluso más lejos,  traicionando al propio Maestro que venía en su ayuda, para finalmente volver, con las manos vacías, a la oscuridad de donde procedían, demostrando su propia incapacidad para la alta meta que se habían señalado, ya que de nada sirve el conocimiento mundano para el cortejo de esta Dama.

Simón H fue muchas veces despreciado por aquellos que creían saber y ser merecedores del Magisterio, cuando en realidad estaban ciegos de soberbia, tanto como para no poder reconocer la grandeza de un hombre sabio, de un verdadero Filósofo. Pobre equipaje el de aquellos que quisieron aprender, sin tener el bagaje adecuado, cegados por la codicia y por la mayor de las ignorancias. Se mostraron opacos y ajenos a estos Trabajos, sin reconocer las lecciones que recibieron.

Como escribió en su día un maestro alquimista: “Están muy preocupados buscando por todas partes su montura, sin darse cuenta que ya se hallan  a lomos de su grupa”.
Hablar de Alquimia y no referirse hoy a Simón H, el sobrio caballero que desde España la ha defendido, reivindicado, y engrandecido, es algo imperdonable para quien  ama y busca esta venerable Ciencia, porque en el caso de quien con orgullo responde bajo esas siglas, la Disciplina y el hombre que la cultiva y  defiende  se han fundido en Uno sólo hasta la Eternidad.

A continuación les presento una Carta inédita de Simón H. dirigida a los amantes e Hijos de la Ciencia.




LA ALQUIMIA
Simón H.

Son muchos  los que a lo largo del tiempo me han preguntado de qué forma llegué a ser primero adepto y luego maestro de la Ciencia Hermética.

Muchas veces son las que he explicado lo difícil que ha sido, pero ahora lo explicaré un poco más explícitamente. 





SIMÓN H. EN EL LABORATORIO
© Simón H. 1982





Muchos viajes, muchos estudios, empecé siendo pintor artístico, exponiendo en varias ocasiones llegando posteriormente a ser profesor en Tarancón (Cuenca) algo que me llenaba, pero mi espíritu me decía que mi camino era otro muy distinto, ser alquimista, algo que no me podía quitar de la cabeza.

Así, es preciso decir que creo sinceramente ahora que todos mis trabajos, viajes y estudios, formaron parte de un plan establecido para prepararme para lo que después me esperaba en la vida, tanta variación de matices y situaciones, y la acumulación de las experiencias vividas parecen destinadas a que ganase en  sabiduría ante los avatares del mundo.

Empecé por cambiar mi nombre por un seudónimo, “Simón H.” (Tal como se me indicó que tenía que hacer). También es necesario decir que después del tiempo pasado y de los avisos recibidos, es ahora cuando estoy tomando conciencia de todo, pues antes muchos de los sucesos de todo tipo,  que me veía obligado a pasar en la vida, a menudo cosas alejadas de lo normal y sencillo, me resultaban extraños.

Tenía que encontrar, el camino  pero ¿el qué y cómo? Yo esperaba, sin saber que ese milagro de Dios, iba a producirse.

Poco a poco, con el estudio, ya conocía los escritos de los grandes maestros, y di por cierto que en nuestro siglo XX, hacia los años 20, hubo alguien llamado Fulcanelli, de quien se decían cosas asombrosas, pero de ninguna manera podía pensar entonces que después llegaría a comprender todo aquello.

Cayó en mis manos un librito que me dio algo de luz; su autor Ireneo Filaleteo, aunque dentro de la oscuridad y los símbolos, mezcla cosas, por ejemplo las materias. Primero dice y luego desmiente, oro que no es oro, “vía húmeda” y “vía seca”… no aclara muy bien donde empieza una o donde empieza la otra; la confusión era constante, aprendí que eran maniobras para despistar, confundir; no obstante a todo esto, encontré que Filaleteo decía verdades, algo disfrazadas, pero que había que tener en cuenta; entendía que eso era así, y también que por la gran diversidad de cosas que se describían, sería imposible siquiera conseguir  el conocimiento de las materias reales.

Ya lo decía él mismo, en una de sus obras “con la lectura de los libros, solamente, si Dios no pone el dedo es imposible conocer y hacer la Obra”.

Habiendo tomado nota de lo anterior y cotejando a otros autores, después de mucho estudio, llegué a comprender que, efectivamente, tendría que producirse un milagro.

Repasaba la historia, ¿Quiénes fueron los alquimistas reales?, unos pocos sabios de todos los tiempos, más bien pocos, empezando por los antiguos sacerdotes egipcios, filósofos eminentísimos, santos y hombres muy excepcionales, y… quién era yo, al lado de esas gentes, pues nadie.

Estaba bien claro que, hasta entonces, solo había dado palos de ciego, lo único en lo que no dudaba era en mi fe en Dios, y no sabía si eso era suficiente.

Por fin el milagro se produjo llegó el día que tuve la gran sorpresa.

Ese día se abrieron mis ojos para contemplar no una fórmula, propiamente dicha, sino una clave, de momento no pude saber, de dónde provenía, pero era la llave certera que abrió la puerta a lo desconocido.

Y desde ese instante empecé a comprender aquellos opacos textos que fueron escritos bajo oscuros símbolos hace siglos, llevándome la sorpresa de que muchos de aquellos hombres no mentían.

Entonces por medio de sueños llegue a ver al Maestro que me guiaba meticulosamente.

También se me mostraron vidas anteriores en las que pude ver que ya muchos siglos antes había sido alquimista y otras muchas cosas, desde Sacerdote en Egipto, filósofo en la Edad Media, Cardenal cristiano y hasta hereje (por ser alquimista) que en otro tiempo fui quemado por la Inquisición. (Sé que a muchos esto les parecerá una fantasía, pero eso es lo cierto).

Pero, volvamos a los hechos, gracias a la ayuda del Maestro, yo tomaba notas en la noche, pero llegué a comprender que poner todo aquello en práctica no tenía nada de fácil, porque me decían lo que había que hacer, pero no cómo hacerlo.

La confianza era que si Dios y el Maestro me ayudaban, y me habían concedido conocer los primeros pasos, tendría que trabajar mucho, pero ya no estaba solo.

Y también hay que decir que una especie de fuerza inexplicable me hacía andar hacia delante y me libraba de los males que aparecían en el camino, a veces se me pedía que me apartase del mundo en meditación y oración; pero lo malo era (lo más doloroso) la incomprensión de los que me rodeaban, mi fuego interior sólo lo veía yo.

Pasó un año en el que hice muy poco. Último día del mes de Agosto de 1981. ¿Cuándo podré llegar a la Gran Medicina? La verdad es que me hacía falta; estando enfermo de litiasis me estaban tratando con muy pocos resultados, este problema de salud es algo que ya venía arrastrando desde mis trabajos en Francia, por estar expuesto a diferentes venenos en un laboratorio de pinturas, donde trabajaba como técnico en colorido, al tiempo que estudiaba. Ese año pasaron muchas cosas. Mi actividad no cesaba,  me publicaron un Libro en Barcelona “La Puerta Cerrada”, “Diario de un alquimista”.  Aparecieron  entonces comentarios de este libro en varias revistas, que tuvo más éxito del que yo esperaba; mí llegada a la Alquimia fue una sorpresa para todos, cuando esta ciencia ya se consideraba una reliquia del pasado...

Realicé la Gran Obra, con mucho trabajo y penalidades, y encontré la Gran Medicina con la que me curé de mis enfermedades, luego curé a muchos otros.

Así se empezó a cumplir una de las predicciones que me habían hecho: “Serás Maestro de muchos. Es necesario que esparzas la semilla”.

El hecho de encontrar una Medicina como la alquímica, siempre será un invento más, de entre tantos como hoy existen. Al menos eso es lo que creen muchos. Pero no es cierto ni la alquimia ni la medicina que aporta tienen algo que ver con la ciencia actual.

Se da el caso que esta ciencia apareció en el mundo hace muchos siglos, más bien milenios y, por si fuera poco, en varios continentes a la vez.

Muchos años he dedicado al trabajo y a la enseñanza, hasta que al llegar a los 85 años he dejado que prosiga el más pequeño de mis hijos, Jesús, que parece que se está defendiendo muy bien con algo tan difícil.

Hoy sigo recibiendo llamadas de algunos de mis discípulos (dos de las mejores personas que he conocido)  escribo y repaso todo aquello que he vivido en tan largos años.

Con un abrazo de,

     Simón H. – en  Huesca a 24 de Diciembre de 2013.












EL PROCESO EVOLUTIVO DE LA GRAN OBRA
Ilustraciones realizadas por Simón H.
© Simón H. 1982












Compuse, en un principio, un primer grupo de estudiantes que fracasó por los desacuerdos que surgieron entre ellos mismos (como ya se ha explicado en el capítulo precedente), por lo que me vi obligado a disolverlo, pero… después aparecieron nuevos equipos de enseñanza que vinieron sin ser llamados. Fueron llegando más y más estudiantes de todas las procedencias con sus problemas y sus historias.

Aún así, no faltaron las perturbaciones de aquellos que venían de haber pertenecido a diversos grupos pseudo alquimistas, también los que tenían una idea muy equivocada de lo que significa la Filosofía y las operaciones de laboratorio, los buscadores de oro que pensaban volverse ricos con cuatro lecciones de alquimia y por último los que habían leído mucho y tenían un empacho mental de extrañas operaciones mediante “alquimias” que resultaban inoperantes. Todo ello me dio mucho trabajo y quebraderos de cabeza.

Pero lo peor fue que algunos, (no demasiados), se pusieron en contra de mi enseñanza y llegaron a levantar infundios incluso en Internet, personas que al no poder suplir con verdades las doctrinas extrañas que defendían, llegaron al insulto y a la difamación más repugnante. Esto dio lugar a que se formasen dos grupos, unos a favor y otros en contra.

Algo que, por mis principios, hizo que me apartase totalmente de Internet, a  pesar de que muchos me pedían lo contrario. No obstante existía un gran equipo de estudiantes, y se trabajó mucho, aunque es cierto que algunos se quedaron por el camino por no poder atender el laboratorio como era necesario, o por la oposición de algún familiar.

Cambiamos varias veces de domicilio, siempre buscando un mejor emplazamiento para nuestros trabajos y facilitar también la asistencia de los discípulos. Estuvimos en la Roca del Vallés, en Barcelona, sitio muy bonito pero con ciertas dificultades para el trabajo, después en Fraga de Aragón, en Torrente de Cinca, un lugar que abandonamos por conveniencias familiares (algo que nunca debió hacerse), para después acabar en Novales (cerca de Huesca). Este emplazamiento fue uno de los mejores, pero ya entonces las cosas no tenían el mismo auge que en otros tiempos, y mis años de trabajo  empezaban a pesarme un poco… Después, la familia empujó para qué dejásemos esa casa (la mayor equivocación que pudimos hacer), porque cansado o no, yo no podía dejar de ser alquimista, algo que había jurado hacer hasta mi último día, y en la ciudad de Huesca, en un piso, el Trabajo era prácticamente imposible de realizar. Puestas así las cosas, decidí que me había llegado el tiempo, de descansar y llevar una vida más tranquila…., pero las cosas no fueron así exactamente.

Con muchos años de vida ya encima, y en la ciudad, interrumpí mi trabajo de enseñanza, dedicando entonces mi tiempo a la meditación y la concentración profunda. Mi espíritu, no obstante, vivía intranquilo en la inactividad, sin duda debía trabajar de nuevo, para llegar a muchas conclusiones que antes había pasado muy por encima.

Ahora, cuando ya han pasado tantos trabajos, tantos años de mi vida, se me pide el último esfuerzo, que vino avalado por un descubrimiento muy puntual...

Entro en mi miserable laboratorio y pongo en orden los restos de las medicinas que aún conservo. Entre cosas que se dejan, como otras de plástico, que servían (y de eso si me acuerdo) para hacer curaciones a distancia, basadas en la denominada Radiónica, pero que pocas veces puse en práctica, encuentro una cajita de madera muy bien cerrada, a la que hacía mucho tiempo que no prestaba atención, ni recordaba con qué fin la había guardado, Ahora siento la necesidad de abrirla, encuentro una ampolla de cristal envuelta en un papel en el que había escrito "para el último tiempo", el cristal contenía una medicina muy espesa, como aceite. Me pongo a recordar, los muchos años que habían transcurrido desde que encerré aquella medicina (probablemente cuarenta años), que había logrado por un experimento de repetición y purificación de la medicina normal. Entonces, por lo difícil de conseguir y los efectos que procuraba, pensé que debería guardar una muestra...

Conociendo la larga Historia de la Alquimia, creo que puedo asegurar que esta Ciencia no llega a las personas por casualidad (a ciertas personas). Existe una fuerza espiritual interior, que ya ha venido a este mundo, que guía para este propósito. Prácticamente todos, o casi todos, los grandes escritos, no voy a poner ejemplos, pues ya son bien conocidos por todos los hijos de la Ciencia, coinciden en esto. Escriben que Dios fue el Primer Gran Alquimista, y aseguran que Hermes Trismegisto llegó entre aquellos primeros Ángeles que enseñaron a los Hombres, entre otras muchas cosas este Arte Sagrada, en sus dos vertientes, el conocimiento material de las sustancias y el conocimiento de su propio espíritu, cosas esenciales para el progreso de los humanos en este mundo de transición. Y de una u otra forma han sido, hemos sido muchos, los que recibimos este conocimiento a través de los siglos, no de la misma manera. Unos de maestro a discípulo, (lo más normal), otros por el descubrimiento de ocultos escritos y pergaminos, o por la sabiduría e intuición inducida (caso de los antiguos sacerdotes egipcios) y finalmente, los menos, por revelación directa… Cuando el mismo Dios se presenta en sueños y te revela los grandes misterios de la vida y de la muerte, a la vez que la operativa de la Gran Obra de los sabios.

Es necesario comprender que el hecho de poner en movimiento ciertas sustancias acompañadas de la oración, crea ya unas grandes energías que afectan a toda la Humanidad, además de al propio oficiante, al que cambia su vida… quizá sin que él lo note de inmediato. Tengo que decir que este último caso fue el mío, el caso de Simón H., aunque también que se me pusieron algunas condiciones. Con esta premisa "todo en la vida tiene dos lados opuestos, uno bueno y otro no tan bueno, uno puede ser la salvación, el otro puede ser la perdición… no pienses en buscar oro". Y he de decir que no será porque no lo necesite, pero Dios prueba lo que somos o no capaces de hacer o no hacer. Y ahora me siento inclinado de nuevo a seguir trabajando para que algunas personas entren en el Gran Camino de la esperanza y el encuentro con la Luz.

Hablemos del presente.

Un nuevo tiempo, se abre.

Con una vitalidad renovada, impropia de mis ochenta años, reemprendo este nuevo camino. Expliquemos en qué circunstancias empezó a cambiar todo. Efectivamente, tomé de esa medicina especial y….

Es cierto que había ganado en vitalidad, y que espiritualmente me encontraba como nunca, eso no quiere decir que estuviese mejor qué cuando tenía 40 o 50 años, pero mi espíritu recordó de nuevo aquella vitalidad cuando joven, y así empecé de nuevo a actuar, aunque con algunas limitaciones.

Hace tiempo que en uno de mis últimos escritos publicados, en "La piedra Filosofal Luminosa o de fuego", "El alquimista que traspasó los límites de lo posible", relataba unos viajes esotéricos al pasado, que han sembrado, un poco, la confusión entre mis lectores, llegando a preguntarme si esos viajes extraños fueron realizados realmente.

A parte de que un escritor puede tomarse algunas licencias para expresar, de la mejor manera posible, lo que tiene que decir, es que esos viajes, esas situaciones se dieron de una forma u otra. Una realidad que traté de explicar en el Prólogo, o la Introducción, de ese libro. "En la larga Historia de la ciencia de la Alquimia se han empleado miles de técnicas o fórmulas para su exposición o su explicación", Desde el esoterismo cerrado, denominado como el lenguaje de los pájaros a las exposiciones talladas en la piedra, plenas de símbolos, que se emplearon como motivo y forma de expresión, por ejemplo, en la Catedral de Notre Dame de París.

En el libro al que nos referimos, esos viajes no pudieron ser físicos, sino espirituales en todos sus términos. No obstante algo fue realmente añadido para completar mejor la manera de expresarse, para ser entendido, y me estoy refiriendo a ese acompañante con el que efectuaba los viajes y conversaba, algo que de otra manera no podría explicar.

Sí, "Manolo" fue un invento necesario, viene bien decir esto ahora, porque en esta nueva etapa si existe un ayudante, un discípulo verdadero… y esto convenía decirlo desde el principio, Ayudante que se hace más necesario que nunca, porque, como se ha dicho, ya mis años son muchos y el contender con nuevos estudiantes va siendo mucho trabajo para mi persona.

Yoshua mi ayudante directo, se ha ocupado de cosas que me han facilitado el formar un equipo nuevo de estudiantes, de los que posiblemente alguno perdure entre ellos, para mantener la Antorcha Encendida en los últimos tiempos, porque de eso se trata, mientras Dios me dé capacidad de mentalizar y ascender a otras personas por el Gran Camino de la Alquimia espiritual y de la Gran Medicina.

Hoy en día han cambiado mucho las cosas, con respecto a los tiempos en que yo di mis primeros pasos. Tenemos que valernos de medios que entonces eran impensables, me refiero al uso y la comunicación por Internet, algo que mi nuevo ayudante, Yoshua, ha sabido manejar con una indudable maestría, acortando el tiempo y estando siempre en contactó con los aspirantes, los discípulos y sus problemas. Aunque en unas condiciones un poco precarias al comienzo, respecto al sitio que se espera mejorar, se empezaron a llevar a cabo reuniones, impartiendo las materias, estudios y las enseñanzas ya bien conocidas por nosotros.

Lo principal es dar conocimiento de la Alquimia, LA VERDADERA ALQUIMIA. "La Alquimia es la Ciencia del Alma, es la ciencia con conciencia. Todo parte del Uno, si no hubiese sombras no existiría la Luz, la vida lleva impreso el espíritu de Dios. Por eso la materia se convierte en Vida, En la Alquimia encontramos el cuerpo, el alma y el espíritu de la materia. Y por ello de esa materia sacamos la Gran Medicina de la vida. Comprendemos que la armonía viene de la organización; pon armonía en la preparación de las sustancias y encontrarás un tesoro. Comprende que “lo que está arriba es como lo que está abajo”, y que por una férrea voluntad la materia en general te será propicia y encontrarás que logras lo imposible. La unidad y el respeto de unos para con los otros crea la fuerza y la armonía necesarias. Si cuentas con Dios, Él te ayudará aunque tú no lo notes, y te guardará de muchos males que no has llegado a ver. Haz la Gran Obra, y ella te dará esa armonía que decíamos. Pero no seas tan abierto que todos puedan comprenderte, ni tan cerrado que no te entiendan los mismos predestinados.

Vive en el mundo que te ha tocado vivir como si todo fuese bueno, porque con esa actitud contribuirás a que éste sea mejor. Pero no te des tampoco totalmente al primero que llega, conócele primero.

No cures a nadie que no te pida ser curado. Tu medicina es el Oro que se le da a quien lo merece pero no por medio de otros.

Un hombre o mujer indignos no son aptos para hacer la Gran Obra. Y mira que los tiempos están llegando, no pierdas de vista lo que sucede, pues todo está escrito, y si no mira lo que se dijo y lo que está ocurriendo. 








NOTRE DAME DE PARIS
Imágen central del frontispicio




En el pilar central de la Catedral de Notre Dame de París, se encuentra esta imagen de la Alquimia, Es la mejor manera de decir que la Obra es tanto del Cielo como de la tierra, donde se muestran los dos libros, uno abierto y el otro cerrado, exoterismo y esoterismo. La escalera está representando los Regímenes de la Obra, nueve en total, el Cetro es el símbolo de la Obra Magna.

Se ha escrito mucho, sobre las expresiones que utilizaron los alquimistas para describir las que se creen fueron las materias existentes que utilizaron para comenzar el trabajo de la Obra. En ese sentido podemos afirmar que se han descrito y se han asegurado verdaderas barbaridades, pero en eso no entraremos, las materias son (las verdaderas) para quien las merece, y también la medicina alquímica... que cada uno le dé su enfoque, su visión o su creencia, eso ha sido así siempre... hay quien se deja llevar por fantasías o exageraciones, otros lo enfocan según sus conocimientos de química o física, digamos que lo acomodan a sus conocimientos científicos, sin darse cuenta que se están alejando de la verdadera ortodoxia de la Alquimia... Y que nadie crea que al decir esto me estoy dirigiendo a alguien en particular.

Pero, en definitiva... como entendemos que todo lo que se ha escrito y comentado,  se hizo con buena voluntad, es en consecuencia muy respetable, estemos o no de acuerdo con lo expuesto.

Pero centrándonos en las MEDICINAS ALQUIMICAS. Si recurrimos a los textos que más o menos todos conocemos, efectivamente se dicen cosas que si se toman al pie de la letra estaríamos entrando en el "país de las maravillas..." y creo que ya debemos hablar según el siglo en el que estamos y no como lo hacían en el Medioevo.

      La MEDICINA UNIVERSAL u ORO POTABLE... sobre este tema encontraremos en "El Libro de la Revelación" de Paracelso, este médico - adepto que tuvo mucha fama en su tiempo... que en este tratado se hace eco de las palabras de Morieno, dándolas como ejemplo... "Aquél que tiene esto, (se refería a la Piedra) tiene todas las cosas, pues en él están toda felicidad temporal, salud corporal y fortuna terrenal... salud, gozo, paz, Amor... expeliendo todo mal..." Esto es lo que más o menos decían casi todos...

Pero si nos atenemos a la historia de Paracelso... ni tuvo nunca paz, ni tranquilidad, sino que se dio a la bebida, y murió... a los 48 años, más bien pobre...

Otros, sabemos que hablaron de inmortalidad... y murieron como todo el mundo, entre los 40 y los 75 años.... casi todos los Filósofos que tenemos noticia.

Yo sigo diciendo que Paracelso fue un gran médico y un gran alquimista POR SUS DESCUBRIMIENTOS, y para eso me fijo, primero en su historia, y más que nada en lo que dejó escrito.

Cuando habla de las medicinas, (salvo en algunas cosas en las que no estoy muy de acuerdo) lo hace muy ajustado a la verdadera realidad... veamos:

Hace una clasificación de las distintas medicinas que se van obteniendo a medida que se trabaja en la Piedra, según las distintas Ruedas. No voy a transcribir todo el texto, sólo aquello más representativo.

"En su primer estado... con imperfecciones... cura varias enfermedades...".

"En su segunda naturaleza... cura las fiebres frías y calientes, es contra venenos que extrae del corazón y los pulmones, purifica la sangre...“ (Como se ve aquí ya habla de enfermedades concretas, cosa que pocos hacen).

"En su tercera... Produce belleza y fortalece el cuerpo....".

"En su cuarta... hace joven al viejo (ahora se diría rejuvenece)... y revive a los que se hallan en punto de muerte...etc. Por eso se llama Elixir de la vida..."

"En su quinta... sus virtudes son de un grado mayor y maravilloso, aquí sus obras son tomadas por milagros..." Y después es cuando ya da rienda suelta a la fantasía, llegando a decir, "...conduce el fuego dentro del agua... y tiene su brillante dominio en los Cielos...".

Todo esto era como muy necesario de hacerse, y no hay que tomarlo en el sentido de que se complacieran en contar fábulas o que nos quisieran tomar el pelo; sino, que hay que situarse en su tiempo y pensar que esa era su forma de ensalzar algo que realmente era excepcional, ya que sus curas podían muy bien tomarse como milagros. Nosotros mismos aún hoy nos sorprendemos, aunque no le llamemos milagro, pero se podría demostrar que estas medicinas están muy por encima de cualquier otra que comparemos.

Ahora hablemos de lo que ya sabemos... Es una medicina, (la obtenida a partir de una Obra bien realizada)... que entra en el organismo y es metabolizada de tal forma que no es posible detectarla en ninguna analítica, porque se funde con la propia sangre en una sola naturaleza...

Actúa revitalizando las células, de las que expulsa los depósitos tóxicos acumulados a lo largo del tiempo... (pues estos tóxicos alojados en las células son los que impiden su normal reproducción, y como consecuencia de ello sobreviene la enfermedad y, por supuesto, la vejez) aparte actúa igualmente sobre otros tóxicos acumulados en el cuerpo causados por una mala alimentación y por la ingestión perjudicial de otros diversos productos...La Medicina alquímica proporciona a la sangre mayor energía, (luego explicaré cómo), potenciando la hemoglobina, que es la encargada de llevar el oxígeno a las células...

¿Qué significa todo eso...?.

No hay que ser un especialista para comprender que con esas cualidades existe la posibilidad de curar cualquier enfermedad, y que si se "limpia" la célula, eso equivale a dar más juventud al viejo... y por consecuencia a alargarle la vida...

Pero es que, además, puede usarse también (la Medicina) en uso externo, en ulceras, llagas, infecciones de todo tipo... heridas. Incluso para los dolores musculares o internos... solamente con aproximar la Piedra a la parte dolorida...solo por su irradiación elimina el dolor.

Así de escueto y así de claro, sin fantasías.

Porque también podríamos hablar de otros poderes más profundos en la parte espiritual... pero no voy a hablar ahora de ello, porque sería muy largo y difícil de explicar...

Y en cuanto a las experiencias positivas efectuadas sobre plantas y otras aplicaciones... Sí,  son ciertas, y seguramente para muchas otras cosas que todavía desconocemos".

Los problemas que se presentan cuando se enseña esta Ciencia son muchos En principio está lo que todo estudiante debe conocer, las Materias, Los trabajos de Hércules. Las famosas águilas que tanto han dado que hablar. Y luego la Obra hermética con todos sus Regímenes variados en ascensión de purificación.

Lo que inicialmente resulta difícil; y ese es el gran trabajo que nos toca resolver hasta donde nos es posible, es precisamente, la elección de los discípulos, algunos plagados de contradicciones, de viejos conceptos y manías, cuando no de mentes cuadriculadas que todo lo encasillan en los conocimientos químicos o las ideas preconcebidas.

Y por poner algún ejemplo de los muchos casos que se dieron y se siguen dando, siempre sucede lo mismo: Existe el que conociendo otros estudios o posibles tipos de Obra de las muchas que se escribieron verdaderas o no, a ese estudiante le cuesta mucho asimilar que la Obra de Simón H, no tiene porqué ser igual o parecida, llegando en algún caso algunos a discrepar y querer saber más que él les está enseñando, que supuestamente es el maestro, de nada sirve decirles que la Obra ha sido recibida por revelación directa y que además los hechos se demuestran haciéndolos.

También existen aquellos que por tener ellos mismos o alguno de sus familiares alguna enfermedad se apuntan como aspirantes cuando su idea sólo va encaminada a obtener la Medicina para uso propio y como mejor le parezca. Como es natural al no sentir el estudio como un verdadero alquimista el fracaso es rotundo. Luego están muchos que piden por correo medicina para algún enfermo, supuesto enfermo, porque no siempre es cierto. Y tanto en uno como en el otro caso cuesta mucho convencerles de que la Medicina no se puede dar como si fuese una aspirina. A este respecto se les dan ciertas explicaciones:

"Cuando se trata de tratar a enfermos con nuestra medicina, la experiencia nos dice que hay que tener mucho cuidado, no se puede dar una medicina alquímica sin más, desgraciadamente nos han engañado muchas veces, y se ha desperdiciado una medicina que cuesta mucho conseguir, porque no estamos hablando de fitoterapia.

No obstante, le daré algunas explicaciones.

Primero: Que antes de proceder a tratar de curar a un enfermo sea comprobado todo su historial y el proceso de su enfermedad, para poder conocer la dosis a administrar y el modo adecuado de proceder. Esto no lo puede hacer cualquier persona, porque se tienen que dar las circunstancias adecuadas en cada caso.

Segundo: Que el paciente sepa lo que se le administra, y lo acepte. A veces, al ser algo desconocido el paciente lo rechaza.

Tercero: Que siempre este vigilado por un médico que esté al corriente del proceso nada normal que puede producirse al tomar una medicina que nada tiene que ver con las ya conocidas; donde se producirán sudores, inicialmente la temperatura aumenta y se producen fiebres cuando la medicina trata de remover los depósitos tóxicos para expulsarlos, con ocasionales vómitos para expulsar las retenciones orgánicas negativas, aumento de mucosidad, mal olor de la orina, etc. Cosas que de no saberlas asustan al paciente, a la familia y al médico.

 Nuestra Medicina, primero limpia, después cura. Comprenderán por qué no actuamos en estos casos que no se pueden controlar de ninguna manera.

Además de todo esto; tiempo atrás, he curado a muchos enfermos exponiéndome mucho pero ahora desde algún tiempo no me comprometo con nadie (por lo que comporta de trabajo y por el dinero que me costaba hacerlo), y sobre todo por la sencilla razón de que ya mis años no me lo permiten".

Hemos recibido hasta a algunos que deseaban y pedían la Medicina "Para un enfermo" pero luego descubríamos su verdadera intención, que era hacer experimentos para cerciorarse si la medicina era transmutativa. O también al químico que clamaba al cielo porque Simón H. le admitiese en su equipo, y cuando lo logró se dedicaba a la imposible labor de sintetizar le medicina haciendo toda clase de comprobaciones que…resultaron un perfecto fracaso.

También existieron los que deseaban comprar las clases sin acudir los días que se les citaba para una reunión obligada, pidiendo que lecciones avanzadas les fuesen entregadas… "por escrito", algo que no es posible de ninguna manera...  También los que todo lo tergiversan, lo equivocan, y luego le echan la culpa al maestro. E incluso hasta aprovechados que se presentan en Internet como alquimistas avanzados o como maestros, que dan como suyo un trabajo que aprendieron en la escuela de Simón H.

Bueno, para que seguir. Ya decía un acertado Editor: "Conociendo a la gente, Simón tiene mucho que sufrir con sus clases… aunque también tiene satisfacciones". Más razón que un santo.

Al principio (hasta que escarmentamos) se curaron muchos enfermos (de lo que estamos muy satisfechos), se regaló mucha medicina pensando que con ello hacíamos un favor a muchos, pero los desengaños nos hicieron cambiar de proceder.

Cuesta trabajo, cuesta mucho trabajo, hacer que se comprenda el verdadero sentimiento alquímico. Ese es un trabajo incluso más duro que los mismos trabajos de laboratorio.

Señalemos también el trabajo espiritual que debe acompañar a quien estudia esta Ciencia, si ello es posible con las torpes palabras que se pueden expresar por este medio,

"Y seguidamente es necesario decir que la realización de la OBRA no es fácil; surgen problemas en los que "si Dios no pone el dedo” seremos incapaces de encontrar el verdadero camino, los problemas aumentan cada día, pero eso es algo importante para nosotros, porque es ahí donde veremos si recibimos ayuda, y es donde se consolida el ser o no alquimista; para después con un conocimiento pleno de esta ciencia y de sus posibilidades poder ser realmente un Adepto, asimilando las dos vías, la Física y la espiritual..

Si conseguimos hacer bien el trabajo del laboratorio. Aun así, no está todo conseguido, lo principal hermanos,  no es eso, aun siendo muy importante, es sólo la mitad del camino, porque quedaría por cumplirse lo más conveniente, lo más necesario para llegar con nuestro trabajo y nuestro sacrificio a Dios, y ser realmente lo que se supone que somos.

He AHÍ LA VERDADERA TRANSMUTACIÓN a la que debemos dirigir nuestros pasos; Tengo el deber de recordar estas cosas, tanto como la filosofía de la Obra.

Lo malo es que en alquimia falsa (o al menos cuando no se entiende bien) se tergiversan las cosas... entonces se prescinde del laboratorio, de las sustancias naturales, para aplicar todo el simbolismo a los sentimientos de la persona, y a comparaciones meramente funcionales de los órganos internos del cuerpo humano.

Si queremos decir que la mala suerte, la enfermedad es Saturno...que lo bueno es oro y lo malo plomo, que nuestro cuerpo o nuestros sentimientos son el atanor, etcétera. Y aseguramos que esa es la interpretación alquímica. ¿Qué estamos haciendo? Dar semblanza material a lo que no lo es.

Nuestro cuerpo físico no puede ser un Atanor, ni se pude comparar el plomo con los malos pensamientos... ni siquiera en sentido figurado. No podemos señalar con nombres alquímicos que se refieren a la materia, a los planos de conciencia espiritual, confundiéndolos en etapas de evolución material, como lo hacemos con un mineral o una planta.

Si queremos decir que tener una racha de mala suerte o una depresión, es estar atravesando un Saturno... podemos decirlo, de hecho así lo hacemos nosotros (en términos alquimistas) muchas veces.

Pero eso no se puede convertirse en una verdad alquímica, ni real, y mucho menos ser enseñado como fórmula de evolución dentro de las enseñanzas serias que definen lo que es la Alquimia.

Lo que sí es cierto, es que la Alquimia comporta la evolución de las materias hacia un estado superior, así en sucesivas operaciones se transmuta su esencia potencial en algo superior... También se afirma y se enseña, que existe, o más bien debe existir una evolución paralela, entre la Obra y el oficiante que conduzca a ambos a una elevación superior, porque la Alquimia procura el medio de transmutar las sustancias,  al mismo tiempo que el medio de poder llevar el oficiante hacia estados de conciencia superiores...

Estas son las dos vertientes de la verdadera Alquimia. Véase que en el caso de la materia se le llama transmutar.

En el caso de las personas sencillamente las permite evolucionar a estados superiores de conciencia, y también podemos decir, de sabiduría. Repito... Lo que es una verdadera confusión (que muchos dan por buena) es aplicar la alquimia de las sustancias minerales, a una supuesta evolución personal, con nombres y descripciones alquímicas... pero sin sustancias ni laboratorio. La denominada "alquimia mística", que obra de esa forma, nació cuando en la Edad Media se perseguía a los alquimistas, más concretamente, los laboratorios...bajo la acusación de que hacían magia negra.

Pero ese tiempo ya pasó... y ya es hora de volver a la verdad. La Alquimia es mística (si se quiere emplear esta palabra) pero también es el estudio de la Naturaleza, en sus más escondidos misterios.








EL MAESTRO ALQUIMISTA SIMÓN H.
FOTOGRAFIADO EN SANTIAGO DE COMPOSTELA
©Simón H. 2005



























Musica: "Las Puertas de Amalec"

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