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sábado, 15 de noviembre de 2014

La representación alquímica en la Escalera del Señor de Bom Jesús (Braga)












Escalera del Señor de Bom Jesús





Introducción


La ciudad de Braga está dedicado a la Virgen, una vez llamado Isis: La Diosa Madre, la Madre Cósmica, la Madre Naturaleza, Madre de los Misterios y de los Iniciados. Tal vez por esta razón nos encontramos con estos elementos en la ciudad, más o menos velados en antiguas tradiciones paganas que recuerdan una experiencia iniciática del hombre, una vida consciente del proceso de transmutación interior a través de la "muerte" y el "renacimiento" espiritual. Ejemplo es la fiesta pascual, que aquí se vive intensamente y que presenta raíces paganas muy profundas. Del mismo modo que la naturaleza despierta tras la incubación del invierno,  el hombre debe renacer de nuevo como representa simbólicamente el huevo místico renovado y consciente que tradicionalmente aparece en  Pascua.

Los seres humanos siempre han sentido una atracción fuerte y una reverente admiración por la montaña. Minho, por citar sólo algún ejemplo,  tienen numerosos lugares de culto cristianizados como la Señora de Penha en Guimarães, Sameiro, Nossa Senhora da Peneda y el propio Bom Jesus de Braga. También cabe señalar que debido a esta atracción por las alturas el hombre construyó desde muy antiguo montañas artificiales con son en definitiva las pirámides y templos de Egipto y Estados Unidos, los zigurats de Mesopotamia, Nemrut Dagui en Anatolia etc. 

¿Cuál es la razón de  este vínculo sagrado entre el hombre y la montaña? Si resulta siempre dificil comprender racionalmente el contenido que encierran los símbolos, en el caso de las montañas sagradas esto se vuelve aún más complejo, ya que no se trata sólo de un símbolo, sino que en la mayoría de los casos, éste está asociado a una determinada carga energética que está allí presente y localizada.

La montaña se asocia principalmente con el principio de la altura y del centro. Es alta, vertical, está cerca del cielo; por lo tanto, simboliza la aspiración y la trascendencia, el encuentro de la Tierra con el Cielo, la morada de los dioses como referencia arquetípica de la ascensión humana. Vista desde arriba aparece como un punto, es el centro del mundo; vista desde abajo aparece como una línea vertical, es el Axis Mundi o eje del mundo, y presenta la forma que asociamos con la escalera por la que se puede ascender. Es el Omphalos, el ombligo del mundo. 

La montaña también nos sugiere principios universales como estabilidad, imutabilidad y pureza. Su elevación hacia los cielos  permite establecer relación con la divinidad; es la vuelta a los orígenes. La montaña es el Axis-Mundi particular de cada cultura: En La India el Monte Meru, los Kuen-Luen en China, Fuji-Yama en Japón, es el Olympus griego, el Alborj persa, el Moriah masónico, la Kaaba en la montaña de la Meca, el Gólgota del cristianismo, el Montsalvat del Grial, la Montaña Qaf del Islam, la Montaña Blanca de los celtas, el Potala tibetano, etc.

Ricardo de San Víctor nos traduce muy bien lo que significa la montaña sagrada para el hombre: "El aumento de esta montaña pertenece al conocimiento de sí mismo, y lo que sucede en la parte superior de la montaña lleva al conocimiento de Dios". Aquí el autor citado revela todo el sentido alquímico del arte de la transmutación: Elevar a la Naturaleza y hasta el oro purificado.


Los dos textos siguientes referentes a la Montaña fueron escritos en el siglo XVII por dos rosacruces ingleses.

El primero de estos escritos se atribuye a Eugenio Filaleteo, célebre cabalista y alquimista inglés, autor de varias obras, entre ellas el Tratado del Cielo Terrestre y la Magia Adámica.

El segundo es obra de Robert Fludd, que también nació en Inglaterra a finales del siglo XVI y se encuentra en su Tractatus Theológico-Philosophicus. Fludd viajó y estudió mucho, doctorándose en medicina. Fue un hombre de vasta cultura y un gran inventor. Defendió a los Rosa-Cruces contra el manifiesto de Gabriel Naudé y murió en Londres el ocho de septiembre de 1637.

Ambos autores parecen hablar de lo mismo en los pasajes que hemos seleccionado y lo hacen incluso con un lenguaje que presenta bastantes semejanzas. Creemos que los dos describen una experiencia muy importante y concreta, la experiencia por excelencia, que tiene lugar entre el Cielo y la Tierra, en las alturas profundas de la montaña.



La Montaña


Hay una montaña situada en medio de la tierra, o centro del mundo, que es, al mismo tiempo, pequeña y grande, blanda y más allá de toda medida dura y pétrea. Está alejada y sin embargo, al alcance de la mano, pero, por la providencia de Dios, es invisible. En ella están escondidos los mayores tesoros que el mundo no es capaz de valorar. Esta montaña, a causa de la envidia del Diablo, siempre opuesto a la Gloria de Dios y a la felicidad del hombre, está rodeada de bestias muy crueles y de otras aves rapaces que hacen el camino difícil y peligroso.

Y por esta razón hasta el día de hoy, porque los tiempos no han llegado aún, el camino que conduce allí no ha podido ser encontrado ni imaginado. Pero ahora al fin, el camino será encontrado por aquellos que son dignos de él, pero con todo y con eso por el trabajo y los esfuerzos del hombre.

Iréis hacia la montaña en el curso de una cierta noche (cuando aquello viene) muy larga y muy oscura y tened cuidado de haberos preparado vosotros mismos por la oración. Insistid para conocer el camino que conduce a la montaña, pero no preguntéis a nadie donde se encuentra: Seguid solamente a vuestro Guía que se presentará a vosotros y os vendrá a encontrar en el curso del camino. Pero vosotros no le conoceréis. Este Guía os conducirá a la Montaña a medianoche cuando todo está en silencio y es oscuro. Es necesario que os arméis de un valor decidido y heroico sin lo cual tendréis miedo de las cosas que ocurrirán y caeréis hacia atrás. No tenéis necesidad ni de espada ni de ninguna otra arma corporal: Sólo pedid a Dios su ayuda, sinceramente y con todo vuestro corazón. Cuando hayáis descubierto la Montaña, he aquí el primer milagro que aparecerá: Un viento muy impetuoso y muy grande sacudirá la Montaña y hará estallar las rocas a pedazos. Vosotros estaréis también rodeados de leones, de dragones y de otras bestias terribles: Pero no tengáis miedo de todas estas cosas. Sed resueltos y tened cuidado de no volveros atrás porque vuestro Guía, el que os ha conducido hasta allí, no permitirá que ningún mal os alcance. Pero en cuanto al tesoro, no está aún descubierto aunque esté muy cerca. Después de este viento vendrá un temblor de tierra que derribará todo lo que el viento había dejado y lo allanará todo. Pero estad seguros de que vosotros no seréis derribados. Después del temblor de tierra caerá fuego que consumirá toda la mugre de la tierra y descubrirá el tesoro. Pero vosotros no podéis verlo aún. Después de todas estas cosas y cerca del alba, habrá una gran calma, veréis la estrella de la mañana, la aurora se os aparecerá y veréis un gran tesoro: La cosa más importante y perfecta en él es una cierta tintura exaltada, con la cual el mundo, si ha servido a Dios y si es digno de un tal don, puede ser teñido y transformado en el oro más puro. Esta tintura empleada según la instrucción de vuestro Guía, os hará joven si sois viejo y no tendréis ya mal alguno en ninguna parte de vuestro cuerpo. Con la ayuda de esta tintura encontraréis también perlas de una perfección inimaginable. Pero no os atribuyáis nada a vosotros mismos de vuestros poderes presentes, contentaros solamente con lo que vuestro Guía os comunicará; load a Dios perpetuamente por su Don y tened cuidado en no usarlo para un fin de agasajo mundano: Empleadlo en trabajos tales que sean contrarios al mundo.

Usadlo rectamente y gozad de él como si no lo tuvierais. Llevad una vida templada, sin pecado, sin lo cual vuestro Guía os abandonará y seréis privado de su gozo: Sabed esto en verdad: El que haya abusado de la tintura y no viva de un modo ejemplar, con pureza y devoción ante los hombres, perderá este beneficio y no le quedará casi la esperanza de encontrarlo de nuevo después. He aquí la descripción que nos han hecho de la Montaña de Dios, el Horeb Místico y Filosófico que no es nada más que la parte más elevada y más pura de la tierra.






La Montaña de los Filósofos.  Emblema R+C (1604)





Eugenio Filaleteo
La Montaña


En todas las edades de la Iglesia, habrán hombres a quienes será dada, para vencer, esta madera que está en el paraíso de Dios, o el maná oculto, o la estrella matutina, o blancos vestidos con los que vestirse o el don de que su nombre no sea borrado del Libro de la Vida, o que serán columnas del Templo y llevarán el nombre nuevo del Cordero.

Además, la Verdad misma nos ha prometido que todo lo que estaba oculto, será manifestado, que todo lo que estaba escondido será conocido.

Se deduce de todo ello que la Verdad está guardada por una élite; que esta Verdad será revelada antes de la revolución (el fin) de los tiempos por voluntad y con permiso de Nuestro Señor Jesucristo, como ha sido anunciado por los profetas y los apóstoles. Como Juan Bautista preparó y anunció la llegada de Cristo, así la élite en la que habita el espíritu prepara el advenimiento del Sión todopoderoso y del deslumbrante sol de la Verdad; son como los albores que preceden a la aurora. Pero, ¡OH DIOS! Cuán ocultas son las virtudes de estos hombres! ¡Cuán secretos los lugares en los que, en nuestro siglo, ha fijado su morada terrestre el Espíritu!

Gozan de incalculables riquezas y parecen pobres y desconocidos en el mundo, pues el mundo no conoce a los hijos de Dios ya que los hijos de Dios no quieren conocer al mundo.

Sin embargo, la voluntad de Dios es que lo oculto sea manifestado. Ha declarado a través de su profeta que antes de la revolución (el fin) del mundo toda carne será penetrada por su espíritu.

El salmista real afirma que los hijos de los hombres de fe serán embriagados de voluptuosidad bajo las alas protectoras de Dios, que es la Fuente de la Vida y que veremos la luz en su luz.

Veamos pues, a través de qué hombres, inspirados por Dios por la virtud del Espíritu, puede realizarse el anuncio y la revelación de esta luz.

No se encuentran entre los Padres doctores en Teología ni tampoco junto al mismísimo Papa, que parece poseer y reivindicar en la tierra la cátedra de Jesucristo. 

Demostraré que los hombres en cuestión, aquellos que han de poseer en su plenitud todos los dones de la ciencia, no se hallan entre estos últimos, que tienen pocos (dones de la ciencia) o carecen de ellos, pues les falta el goce completo de los dones del Espíritu Santo enumerados en la Epístola de los Corintios.

No es que carezcan totalmente de dones, uno es elocuente, otro más casto, otro más creyente, etcétera, pero estos dones son en ellos como una representación, un poco como la imagen o la sombra respecto al cuerpo.

Los dones reales y eficaces comportan la profecía, la facultad de hacer milagros, la posesión de lenguas, la capacidad de curar enfermedades y son dones que hay que descubrir entre los anunciadores de la verdad oculta.

Los elegidos de Dios dicen la verdad plena, profetizan, tienen visiones verdaderas, se expresan en lenguas, interpretan con exactitud las Escrituras, expulsan los demonios, curan enfermos, observan preceptos divinos y no se oponen al Verbo de Dios. Estos son los indicios que pueden hacernos reconocer a los verdaderos discípulos del Espíritu. Y si alguno de nuestros sabios se presenta ante el mundo vulgar como poseedor de todos o de la mayoría de estos dones, mentirá, pues la Verdad no estará en él, no será un servidor de Jesucristo sino un esclavo del mundo y lo propio del mundo es odiar a los justos.

A través de mi búsqueda minuciosa he llegado a la conclusión, hermanos muy iluminados, que estáis realmente iluminados por el Espíritu por la impulsión y las advertencias divinas en las que se anuncian y desvelan las cosas que los textos Sagrados han predicho místicamente como teniendo que ocurrir inmediatamente antes del fin del mundo.

Vosotros que estáis por encima de los hombres de esta época, habéis recibido del Creador del mundo una felicidad, una virtud espiritual y una gracia divina superiores. Veis en su luz, estáis reconfortados por el Espíritu de la Sabiduría, lleváis una vida feliz y es evidente que habéis recibido todos los dones del Espíritu Santo.

Y si vuestros actos están conformes con vuestras palabras, lo que confieso soy incapaz de dudar, digo que habrá que creer en vuestras profecías ya que están en perfecta relación con la Fuente Sagrada de la Verdad.

¿Qué entendéis, en efecto, por vuestro León triunfante que ha de venir pronto y que sale de la Tribu de Judá? ¿A qué os referís al hablar de aurora naciente? ¿No es la claridad eterna, anunciada en las Escrituras?



La escalera de la entrada


A principio de este camino ascendente que nos conducirá hasta la base de la cima de la montaña, nos enfrentamos con el signo de la Obra alquímica: A cada lado del vestíbulo que conduce a la escalera brota una fuente de agua de una estrella de ocho puntas 

Las estrellas perforan la oscuridad, por tanto están asociadas con el simbolismo del conflicto entre el espíritu y las fuerzas espirituales (la luz), con las fuerzas materiales (la oscuridad). La estrella de ocho puntas, está formada a partir de la superposición de dos cuadrados - el Octágono - el cuadrado (símbolo de la materia terrestre) y el círculo (el orden celestial); es por tanto un símbolo de regeneración, que eleva lo efímero a lo que tiene validez eterna. 






Escalera del Señor de Bom Jesús, detalle




Fulcanelli asegura que la estrella es la firma inicial de la Obra: "Es el signo protagonista de todas las modificaciones internas de cuerpos tratados filosóficamente".

Subiendo las primeras escaleras en forma cónica, nos encontramos frente a un umbral que tenemos que superar. Es la puerta de entrada que nos recuerda que la vida es doble: El día y la noche, la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer, el blanco y el negro, lo positivo y lo negativo, la acción y el pensamiento, el oro y la plata, etc. El Sol es el espíritu divino y la Luna, lo que refleja la luz del Sol,  el alma. Por lo tanto, uno de los pilares laterales es la Fuente del Sol y en el otro el origen de la Luna, ambos se unen a través del arco de cierre. El Sol y la Luna son los símbolos de la dualidad eterna que permite la creación y la vida.

Sobre la unión entre el Sol y la Luna, Fulcanelli, en su libro "El Misterio de las Catedrales", escribe: "es la Luna, que recibe los rayos del sol y los conserva secretamente en su seno. Es la dispensadora de la sustancia pasiva, a la cual anima el espíritu solar.(...) De la unión de estos dos principios resulta la materia viva, sometida a las vicisitudes de las leyes de mutación y de continuidad.

Y surge entonces Jesús, el espíritu encamado, el fuego que toma cuerpo en las cosas, tal como lasconocemos aquí en este mundo :. y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros".




La escalera de los planetas





Representación escultórica de la Fortaleza





Transpuesto el pórtico, se inicia una escalera en línea discontinua, en forma de una M. Según HP Blavatsky, este es la más sagrada de todas las letras, asumiendo un carácter místico, tanto en Occidente como en Oriente. Representa las olas en el agua primordial Gran Océano. Es la Matriz, la Mater, Madre, Mut Egipto, María en el cristianismo, el budismo Maya, etc .. Es el principio de la Materia Primordial como Gran Obra alquímica.

Subiendo los tres primeros tramos de escaleras que asciende encontramos, en el primer patio, La Fuente de Diana representada por la aljaba de flechas y el arco. Diana, la hermana de Apolo, está muy bien definida por Delia Guzmán en los siguientes términos: "Bajo el símbolo superficial de la diosa de los bosques y los animales - a veces para protegerles y otras veces para destruirlos cazandolos - revela la vigilancia de la Naturaleza, la claridad de la vida y la pureza de las costumbres, los sentimientos y pensamientos. Digna complementariedad de Apolo, que no quiere que el sol ilumine nada que no se pueda mostrar en toda su plenitud y nobleza ". De este modo, Diana señala la necesidad del hombre de purificarse a sí mismo con el fin de poder penetrar en los profundos misterios de la naturaleza. 

Por otro lado, el hecho de que la fuente Diana esté presente al comienzo de la escalera es muy interesante porque uno de los signos que muchas veces se encuentra en el inicio de la obra alquímica es precisamente el arco y la flecha, que indican que se está siguiendo el camino correcto. Escuchemos una vez más Fulcanelli sobre el tema: "El artista ha caminado largo tiempo; ha errado por vías falsas y caminos dudosos; ¡pero al fin se ve colmado de gozo! El rio de agua viva fluye a sus pies; brota, a borbotones, del viejo roble hueco . Nuestro Adepto ha dado en el blanco. Y así, desdeñando el arco y las flechas con las cuales, a la manera de Cadmo, traspasó el dragón, mira ondear el límpido caudal cuya virtud disolvente y cuya esencia volátil le son atestiguadas por un pájaro posado en el árbol"











El Arbol Filosófico (Splendor Solis - Fig. XV)








Continuando la ascensión encontraremos la Fuente de Marte con sus atributos guerreros.


Astrológicamente, Marte es la energía, el deseo, el ardor, la tensión y la combatividad. En el hombre es la lucha contra los deseos y las pasiones .. Alquímicamente se asocia con el hierro. Para la Alquimia los "metales son los elementos del mundo planetario subterráneo, la contraparte de los planetas, el metal de los cielos: El simbolismo de cada uno de los Metales.


imboliza la energía cósmica solidificada y condensada, bajo distintas características, asignaciones e influencias "(Diccionario de símbolos, j. Chevalier).











Representación del Caduceo de Hermes






El siguiente nivel es la Fuente de Mercurio. Él es el hijo del Sol y la Luna, por tanto asume el rol de mediador. Es el principio de todas las conexiones, los intercambios, y la adaptación del movimiento. Mercurio lleva el caduceo, símbolo de una naturaleza dual en la que se confrontan y armonizan los opuestos y los principios complementarios: Macho-hembra, positivo-negativo, activo-pasivo, hombre-mujer, etc. En el hombre se relaciona con la inteligencia y el discernimiento. En el metal alquímico es en sí mismo Mercurio.





Representación de Saturno






Luego tenemos la Fuente de Saturno. Es el planeta relacionado con la muerte, porque siega todo lo que no es una verdadera realidad. Así, Saturno es el que pone a prueba las obras e ideas, eventualmente suprime todas las realidades temporales falsas que no son susceptibles de cosecha. De ahí su símbolo - que se registra en su origen - como el de la hoz. Por lo tanto, se asocia con todos los procesos de separación de la historia del ser humano: Desde la ruptura del cordón umbilical del recién nacido a la desposesión de las personas mayores, a través de distintas pruebas y dificultades de la vida nos proporciona: La liberación de los instintos y la parte animalizante. Por tanto constituye un factor importante en la conquista de la vida espiritual. Saturno representa el cese de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. En los seres humanos, se corresponde con el cuerpo físico. En la alquimia, se relaciona con el plomo y el color negro de la materia putrefacta y disoluta.

Continuando el ascenso de la escalera alcanzamos el patio circular en la que se encontraba la fuente de Júpiter (actualmente situada en la parte superior, al lado de un hotel). Astrogicamente, Júpiter encarna el principio de equilibrio de autoridad, del orden, de la abundancia y de la preservación de la jerarquía establecida. Júpiter es el dios del trueno y el relámpago y es precisamente el rayo lo que encontramos en su origen. En el hombre se asocia con el elemento vital y en  Alquimia, con el metal que le corresponde, el estaño.





La fuente de las serpientes 




                      






En ese mismo patio circular también encontramos dos fuentes extraordinarias, una a cada lado de la escalera, que incluyen en su base un recipiente sobre el cual se vierte el agua. Constan de cuatro cabezas de cocodrilo dirigidas a los cuatro puntos cardinales. Este hecho es muy significativo porque el cocodrilo, en varias mitologías, es el Señor de las Aguas Primordiales. Es es una deidad ctoniana que reina en de inframundo,  constituyendo así un símbolo de oscuridad y de muerte, pero también el renacimiento. En este sentido, es equivalente a Seth egipcio y Typhon griego. Para Miztecas y los aztecas, la Tierra nació de un cocodrilo que vivió en el Mar Primordial; Para los mayas, la Tierra fue transportada en la parte posterior de un cocodrilo. Es el Señor de los Misterios de la Vida y de la Muerte, el gran iniciador. 







Llamas de piedra





Alrededor de las cuatro cabezas de cocodrilo se desarrolla una espiral ascendente de nueve vueltas, a través de la cual fluye el agua que se vierte en la parte superior de la misma, por la boca de una serpiente en el interior de una copa. La espiral evoca la fuerza en estado de evolución. Representa los ritmos de la vida, así como toda la naturaleza cíclica de la trayectoria evolutiva. El nueve anuncia a la vez un fin y un nuevo comienzo, es decir, la renovación a través de un proceso de muerte y renacimientohace la puesta en práctica de un nuevo plan a través de un proceso de muerte y renacimiento; es el número de iniciación. La señal que marca el final de una etapa de desarrollo espiritual y el comienzo de otra superior. Cierra el ciclo de la multiplicidad, para una reunión con la Unidad porque esotéricamente 10 = 1 + 0 = 1. 

La serpiente encarna la vida, ya que en origen se consideraba que las aguas primordiales y tierra profunda formaban la sustancia primordial de la serpiente . Así, la encontramos asociada a las corrientes de agua subterránea, que son el origen oculto de los chakras de la tierra, y las energías telúricas. La serpiente simboliza la sabiduría y el renacimiento (nacer dos veces), porque representa la atención constante, el eterno rejuvenecimiento y el guardián del poder y de los tesoros ocultos.

En cuanto al cáliz, desde donde el agua brota, es el recipiente que contiene la poción de la inmortalidad y de la abundancia; es la matriz de la que emana la leche de la vida, leche que no es más que la bebida denominada Soma de la inmortalidad. El cáliz es también el símbolo del corazón para los iniciados.




La escalera de los cinco sentidos



Después de este tramo de escaleras se accede a otro patio donde empieza la escalinata de los cinco sentidos, dividida en cuerpos rectangulares, formados por dobles lances en líneas divergentes, que ascienden hasta unos patios laterales, donde convergen a nivel central,  en torno a las fuentes representativas de los sentidos. Es interesante destacar el hecho de que la forma de entrelazamiento de las escaleras sugiere en sí misma una clara representación del caduceo de Mercurio. 

En el primer patio brota la Fuente de las Cinco Llagas. La fuente presenta una concha de siete semicírculos, cinco partes de una concha. Estos cinco agujeros forman el tresbolillo, es decir, la quinta esencia que tiene el poder de actuar sobre la materia y la transforma. ¿Es el hombre espiritual que despierta el área de la materia que constituye su personalidad. Cinco son los sentidos que permiten capturar las cinco formas sensibles de la materia y así trascenderla.







La vista





En ambos lados de la escalera se levanta el primero, la Fuente de Vista. La fuente se compone de una figura que libera agua por los ojos y sostiene en su mano izquierda un par de gafas. Tres águilas, guardianes de esta fuente, miran hacia el sol. 

Esta fuente, al igual que las que le siguen, trata de mostrar el sentido trascendente de lo que significa en sí misma, éste está representado por el Sol, símbolo de la claridad que nos permite conocer la verdadera realidad, oculta tras las sombras de la ignorancia. El águila como animal solar, representa la aspiración a esa misma luz que viene de arriba; por lo que la vigilancia es también una de sus características. La aclaración de todo ello son las estatuas que coronan esta fuente y sus inscripciones como, por ejemplo, el profeta Jeremías, que representa el Sol y está en su mano derecha un palo con los ojos. En el pedestal se lee en la copla: "Yo veo el palo vigilante". Todo se vuelve más claro si tenemos en cuenta que la varilla o personal es un símbolo del conocimiento que permite a los sabios para caminar con seguridad. 

El siguiente nivel tenemos la Fuente de la Audición. La figura representada lanza chorros de agua por ambos oídos. A continuación se presentan tres cabezas de buey. Es a través de escuchar todo lo que se presenta como voces de la naturaleza que se hacen eco en el interior del hombre. Y la voz de la sabiduría que penetra al hombre haciéndolo fructífero para una nueva vida en una capacidad creativa. Por encima de la inscripción de la fuente, hay una estatua de mujer tocando una lira, nos dice lo siguiente: "tu voz suena y mis oídos". 

En el tercer nivel tenemos la Fuente del Olfato; La figura representada lanza agua por su nariz. Tienen en sus manos una caja abierta y un perro a cada lado.

El olfato, así como la vista,  se asocia a menudo con la clarividencia, la capacidad de percibir lo que no captan nuestros sentidos físicos. En la parte superior de la fuente hay una estatua de Noé que sostiene un cordero al lado de un altar, y la siguiente leyenda: "Noé se dio cuenta del suave olor del Señor." En el lado opuesto se encuentra la estatua de Sunamites abrazando a una palmera, y abajo leemos: "Tu estatura es semejante a la palmera ... y el olor de tu boca es como las manzanas". (Recordemos que la manzana es el fruto del conocimiento). 

El cuarto nivel es la Fuente de Sabor. La figura de la fuente arroja agua por la boca y tiene una manzana en la mano izquierda y un mono en cada lado.






Fuente en forma de serpiente que bebe del cáliz





La boca es el símbolo de la fuerza creativa, el órgano de la palabra o del verbo. Por lo tanto, al lado del mono aparece también Cinocéfalo el delegado del Dios Thot en Egipto, el escriba divino que señala la palabra de Ptah, el Dios Creador.

Por último tenemos la fuente del tacto. La figura sostiene una jarra que vierte agua, y arañas como animales simbólicos la acompañan. Esta fuente representa básicamente la acción y el destino forjado por el hombre. La mano, como un vehículo privilegiado de contacto, es el símbolo de la actividad y el poder. Se mantiene pasiva cuando conserva activa cuando libera. La mano es un signo del trabajo de la Obra, es muy interesante que está aquí asociada con el cilindro, porque los cilindros construidas por el alfarero son los elementos de nuestro karma, el fruto de nuestras acciones. La araña es el tejedor de la realidad y la amante del destino y el hilo tejido por ella es el medio o soporte de la realización espiritual. 


También constatamos en relación con la Escalinata de los cinco sentidos, que en todas sus fuentes, nos encontramos con la presencia de cinco interesantes castillos o torres formadas por cuatro lados y una puerta. Fulcanelli nos dice lo siguiente acerca de la representación del Athanor alquímico: "Los hornos son representados en forma de torreones, con sus glacis, sus almenas y sus troneras. Algunas combinaciones de estos aparatos llegan a tomar el aspecto de edificios o de pequeñas fortalezas de los que salen picos de alambique y cuellos de retorta". El pecho es atanor donde los cuatro elementos se unen (torreta con cuatro lados cuadrado) que se supervisan con celo (las almenas) con el fin de realizar el trabajo (retortas), lo que permite la liberación del quinto elemento (puerta). 





La escalera de las virtudes


Encontramos, en primer lugar, esta Escalera en la fuente de la fe, representada por una cruz que arroja agua por tres orificios ubicados en los puntos donde se clavan los clavos de la crucifixión. Escuchemos una vez más, Fulcanelli, a este respecto: 

"la cruz tiene la huella de los tres clavos que se emplearon para inmolar al Cristo-materia, imagen de las tres purificaciones por el hierro y por el fuego."

El sacrificio del hombre físico, crucificado entre dos mundos, despierta el hombre espiritual, el Christos, o Iluminado. Por esta razón, en la parte superior se puede leer: "De él fluyen aguas de vida." La fe es el paso de un estado a otro, que no se vislumbra en el horizonte" 

Por lo tanto, no es extraño encontrar precisamente allí la estatua de la Fe representada por una mujer con los ojos vendados, ya que la fe es la capacidad de ver con el corazón. Acompañándola tenemos: En el lado derecho, la confesión y en el izquierdo, la docilidad en forma de una mujer. En su mano derecha sostiene una serpiente y en la izquierda  un escudo con la cabeza de un elefante coronado por un reloj de arena coronada por una serpiente entre dos espejos. La inscripción dice: "Con el corazón se cree para alcanzar la justicia."







Representación del Arca de Noé encallado en el Monte Ararat






En el segundo nivel está representada la Esperanza por el Arca de la Alianza de Noé descansando en la montaña. El arca es el símbolo de la caja o tesoro de regeneración cíclica, constituyendo así el principio de la conservación y el renacimiento. Es el recipiente alquímico que procesa la transmutación de los metales, o el corazón del hombre-alquimista que opera la transmutación de lo humano a lo divino. En cuanto a la esperanza, es la fuerza que impulsa al hombre a llegar a buen término. Es por ello que la estatua de la Esperanza porta en su mano izquierda un ancla y a la derecha vemos una paloma que revolotea. En su base podemos leer: "Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria" . La acompañan las estatuas de la Confianza y la Gloria. 


La tercera y última representación es la caridad a través de dos niños de pie sosteniendo un corazón que arroja agua. 















El niño es el símbolo del renacimiento de la vuelta del hombre a un estado puro, la conquista de la paz interior.  Dos son los niños, una hembra y un macho, unidos en el corazón que tanto espera. Esta dualidad espiritual particular, se refiere a la entrega y la receptividad, el espíritu y el alma están unidos por el corazón, que es el centro donde se encuentra la vida del hombre. Es interesante notar que, para los egipcios, el corazón fue simbolizado por un balde, ya que este último permite no sólo contener las aguas de la vida, sino también arrojarlas. Un balde que se vacía sin ser capaz de regenerar sus aguas y por lo tanto se libra de las impurezas del egoísmo.











Representación de la Caridad





La caridad es el acto de dar y, sobre todo, puede hacer posible. recibir, por supuesto, un nuevo aliento en el corazón .

En la parte superior de la fuente esta una estatua de la Caridad: un semblante alegre tiene dos niños en sus brazos. Esta es Isis, la Virgen, la naturaleza fecunda, es la caridad suprema, el dador de la vida. En la inscripción en su base se lee: "Hay tres virtudes ... pero la mayor de todas ellas es la caridad." Acompaña a ellos por un lado la estatua de la Bondad y la por el otro la Paz. 
















El Pelícano como símbolo de la Caridad









En lo alto de este escadatório se encuentra una terraza en la que antiguamente existía un jardín formando un laberinto. Aquí nos encontramos con un tipo de letra llamado Cascada, en donde lagrimea un pelícano que se rasga con el pico en el pecho con el fin de dar de comer a sus hijos. Simboliza los Maestros que se sacrifican para dar al hombre la sabiduría, el agua y la sangre de la vida que habita en ellos : "nuestro pelícano te riega con su sangre y con el agua de su corazón" (Silesius)



La fuente de Hércules


Detrás de la iglesia que culmina la escalera, que se encuentra en el bosque existe una magnífica fuente, cuyo nombre se desconoce, montado en un ser bestial, un hombre blandiendo una maza en la mano derecha y en la izquierda un escudo grabado con una cruz inscrita. Su nombre es Hércules o equivalente. Es uno que ha dominado la naturaleza animal a través de duras pruebas; su protección es el escudo puro de la quintaesencia. Es el hombre que ha alcanzado su centro, el gran alquimista.


El origen


Penetrando más profundamente en el bosque, en el punto más alto de la montaña, un lugar rodeado de robles, encontré una roca enorme roca en la parte superior de la que un hombre dijo a Moisés, si sumerges una lanza en la roca, a continuación, brotará un manantial que es la fuente de toda el agua que corre a lo largo de la escalera: "Aquí está nuestra famosa fuente, cuya agua clara brota del pie del árbol sagrado, tan venerado por los druidas, y la cual fue llamada Mercurio por los antiguos filósofos, aunque no tenga el menorparecido con el azogue vulgar. Pues el agua que nosotros necesitamos es seca, no moja las manos y sale de la roca al ser ésta golpeada por la vara de Aarón. "(Fulcanelli en el Misterio de las Catedrales).

¿Qué mejor aclaración podríamos encontrar sobre tan maravilloso origen?



Conclusión


Lo que hemos intentado hacer en todo este trabajo no era fácil: Subir una escalera, en el sentido amplio de la palabra, explicando intelectualmente sus símbolos. En cambio nos contentamos si cada uno de nuestros lectores se abre a la posibilidad de hacer una peregrinación, una exploración dentro de su propia montaña interior, encontrando lo necesario para intentar transmutar las materias más burdas de su ser en cristalinas y en última instancia permitirle el descubrimiento de algo tan simple como las fuerzas o elementos de resorte de las que emana la esencia de su propia existencia.

"Adéntrate. En el interior está la fuente de todo bien, de la que todo ha emanado, y emana, siempre que se esté excavando."



Fuentes documentales:



Transcripción de un texto de Marco Aurélius por José Ramos:

martes, 11 de noviembre de 2014

El Eje Equinoccial Cero Aries - Cero Libra


Eje Equinoccial
Cero Aries - Cero Libra

 Egarciaber


La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctium cuyo significado es “noche igual”, lo que en efecto sucede, pues durante el equinoccio el día es exactamente igual en duración a la noche. Si entendemos cómo funciona nuestro sistema solar, veremos que, dado que la tierra órbita, hay dos puntos en los cuales se produce el equinoccio; el primero sucede al final del invierno y comienzo de la primavera y el segundo, al final del verano y comienzo del otoño. 

El equinoccio de primavera nos refiere a la germinación, la procreación, la luz y el segundo, en oposición a este, el equinoccio de otoño, nos referencia a la recolección al trabajo concluido, a la oscuridad, la lluvia, todo lo cual es muy coherente, pues astronomicamente hablando, el primero, aun cuando el tiempo de día y noche son iguales, implica que el día comienza a crecer, la luz va abriéndose camino ante la oscuridad a medida que avanzan las jornadas las horas de luz aumentan a medida que nos acercamos al verano; por otra parte, el segundo aunque nuevamente la duración del día y la noche son iguales, la tendencia es que la luz se apague progresivamente, ante el avance hacia el invierno y por tanto hacia el reino de la oscuridad. 










Las dos fases de un ciclo planetario doble están en analogía con los Equinoccios y los Solstícios.

El comienzo de la fase expansiva estaría simbólicamente asociado al Equinoccio de Primavera (Sol en Cero Aries), mientras que el inicio de la fase regresiva o semiciclo regresivo estaría en relación analógica con el Equinoccio de Otoño, (Sol en Cero Libra). 

En cuanto a los Solstícios, el de Verano, (Sol en Cero Cáncer) correspondería a la maxima elongación o amplitud en la onda expansiva, (cuadratura creciente), mientras que el Solstício de Invierno, (Sol en Cero Capricornio) estaría en analogía con la máxima elongación o amplitud del semiciclo regresivo, (cuadratura regresiva).










Quiero llamar la atención de que el equinoccio de primavera, sucede en Aries y el de otoño, sucede en Libra, ambos signos cardinales.

El primero está regido por Marte, el signo donde el Sol encuentra su exaltación.

El segundo está regido por Venus, el signo donde el Sol encuentra su caída.






El Gran Misterio
Marte - Venus








SIMETRÍA
PRIMER NIVEL
VENUS - TIERRA/LUNA - MARTE









Venus y Marte (en italiano, Venere e Marte) es un cuadro destacado del pintor Italiano Sandro Botticelli




Aries y Libra, son dos signos cardinales opuestos separados 180º en el zodiaco, por tanto muy polarizados, y a la vez de gran complementariedad, cuyos regentes: Marte, de Aries y Venus, de Libra, componen el denominado en Astrología Humanista "duplo instintivo", también llamado por otros astrólogos "duplo sexual".











Si observamos las posiciones de Marte-Tierra-Venus, y sus respectivas órbitas en nuestro Sistema Solar, llama la atención de forma "intuitiva" la importancia que debe tener para nuestro planeta el hecho de que ambos astros sean nuestros "escoltas" en el Sistema Solar y en el cosmos y de naturaleza opuesta y complementaria. Esto nos sugiere, por analogía, la imagen simbólica de una gran polarización, a modo de "condensador cósmico", en el que la Tierra jugaría el papel de dieléctrico que acumularía la "carga" o "capacidad", contenida en el éter existente entre las dos colosales "placas planetarias polarizadas" de este gigantesco componente cósmico.










Existen poderosas razones simbólicas que redundan en esta polaridad entre Marte y Venus, razones que encontramos incluso reflejadas en nuestra vida cotidiana, desde los dos símbolos planetarios universalmente reconocidos para referirse a los dos géneros, el masculino y el femenino, que son coincidentes con los símbolos astrológicos  de Marte y Venus, hasta otros más “ocultos” o esotéricos, que la Tradición conserva como “pistas” algunas de ellas más o menos veladas. 

Veamos.....

Sabemos que en Astrología el duplo básico original o “duplo vital” es el representado por la Luna y el Sol, siendo estos dos astros los regentes de los signos contiguos 4º y 5º, 
Cáncer y  Leo, en el zodiaco en reposo. Ahora fijémonos bien, porque existe una conexión sutil de la mayor importancia entre Sol - Luna y Marte - Venus, y en la que pocos reparan. 

Esta relación oculta se manifiesta a través de los signos considerados tradicionalmente como los de las exaltaciones de ambos luminares. Curiosamente el Sol tiene su exaltación en el signo de Aries, que es regido por el planeta Marte, mientras que la Luna tiene su exaltación en Tauro, signo que rige su opuesto, el planeta Venus.











Si seguimos indagando, también encontraremos nuevamente la simetría complementaria al estudiar la conocida figura zodiacal de las regencias planetarias de los signos. Aquí la simetría se establece trazando el eje entre los signos gobernados por los dos luminares: Cáncer (Luna) y Leo (Sol).










Todo lo anterior queda resumido en forma simbólica bajo la figura, hoy en desuso, del símbolo original del planeta Mercurio. Una figura desvelada magistralmente en el siglo XVI por John Dee, el genial matemático, astrónomo y alquimista inglés, de la Corte de Isabel I,  en su obra cumbre “Monas Hieroglyphica”(1564) (La Mónada Jeroglífica).








Monas Hieroglyphica




































Alfa





Omega





Siguiendo con las simetrías existentes entre Marte y Venus, la iconografía hermética está llena de referencias a esta polaridad, que se ve plasmada de forma directa en los colores  que la Tradición asigna a estos dos Planetas, así como también en las relaciones ocultas que ligan entre sí a los metales hierro y cobre que se les asocian desde tiempos remotos y a los colores, rojo y verde, que les representan.

Sabemos que el rojo y el verde son dos colores que se complementan. Resulta Importante recordar ahora el concepto de Colores Complementarios. 

Los colores complementarios se encuentran en puntos opuestos del círculo cromático. Estos colores se refuerzan mutuamente, de tal manera que un mismo color parece más vibrante e intenso cuando se halla asociado a su complementario. Estos contrastes son, pues, idóneos para llamar la atención, así que no es de extrañar que rojo y verde siempre estén en estrecha asociación, desde los modernos semáforos de nuestras ciudades hasta la señalización de los muelles de entrada en los puertos marítimos o en aviación cuando son utilizados en las balizas de señalización de las pistas de aterrizaje y despegue en aeropuertos, e incluso en los extremos de las alas de las modernas aeronaves.











Durante el siglo XVII, los Hermanos de la Rosa Cruz, retomaron de nuevo el símbolo de la Rosa y la abeja. La Rosa, la flor más venusina de todas, de fragancia exquisita, incorpora también el símbolo marcial en las punzantes espinas que la acompañan, pero sobre todo en el color rojo que tiñe sus pétalos, también formando parte del simbolismo de la Rosa y la Cruz. 

El siguiente emblema «Dat Rosa Mel Apibus» (La rosa da miel a las abejas), fue utilizado en la portada del «Summum Bonum» de Joachim Frizius y luego adoptado para ilustrar el «Clavis» de Robert Fludd (1574-1637). 






Aquí vemos el símbolo de Venus escondido tras la Rosa
y la Rosa triunfante sobre la Cruz





Podemos ver en un sentido hermético cómo parece haber una aproximación entre la doctrina de San Bernardo, la ebriedad interior del Sufismo y el simbolismo que propugna la Rosa+Cruz del siglo XVII, lo cual nos induce a pensar en una transmisión espiritual que es mantenida de forma secreta a través de los siglos, como una cadena iniciática ininterrumpida.

Por último, diremos que la miel es llamada por los maestros: "la ciencia de las cosas de Dios", y las inevitables picaduras de la recolección de la miel son el emblema de los sufrimientos morales o físicos de que está sembrado el áspero sendero que conduce a la conquista de los conocimientos espirituales (L.Charbonneau-Lassay).

Así los antiguos Rosa Cruces tenían por máxima:

"Ad Rosam per Crucem; Ad Crucem per Rosam"


Cuya traducción reza:

"A la rosa por la Cruz; A la Cruz por la Rosa" 


Algo que nos recuerda que la Rosa no está exenta de espinas. 












Existen aún más paralelismos asociativos intrínsecos, aunque no siempre inmediatos, entre Marte y Venus, por ejemplo en cuanto a los metales que desde tiempos remotos asocia la Tradición con estos dos cuerpos celestes que escoltan, junto a nuestro satélite, la Luna, nuestro planeta. 

Desde la más remota antigüedad se ha asociado al cobre con el planeta Venus, y al hierro con el planeta Marte.

Existen diferentes sales de hierro como el sulfato ferroso y el sulfato férrico, y diferentes sales del cobre como el sulfato cuproso y el cúprico.  

Ferroso: es cuando el fierro esta utilizando la valencia de +2 (valencia menor) y se le da la terminación oso Ferr-oso.

Ejemplo: 

FeO = oxido ferroso
FeCl2 = cloruro ferroso
FeSO4 = sulfato ferroso

El sulfato ferroso existe en la naturaleza en forma de mineral conocido como melanterita. Este compuesto también llamado comúnmente caparrosa, recibe desde muy antiguo otras muchas denominaciones como son: Vitriolo verde, Vitriolo de hierro, Caparrosa verde, Szomolnokita etc.

Su color es verde esmeralda, el color asociado por la Tradición al planeta Venus, y su fórmula química es  FeSO4·7H2O.









Férrico: es cuando el hierro esta utilizando la valencia de +3 (valencia mayor) y se le da la terminación ico; férr-ico 

Ejemplo: 

Fe2O3 = oxido férrico 
FeCl3 = cloruro férrico 
Fe2(SO4)3 = sulfato férrico

El sulfato férrico, Vitriolo de Marte, Pálido, geruclosas, hygroskopisches o polvo sensible de humedad es un compuesto de hierro, azufre y oxígeno. Se diferencia del más frecuente sulfato ferroso en la carga del catión, siendo éste el estado más oxidado del átomo de hierro.

Es una sal sólida de color amarillo, cristaliza en el sistema rómbico y es soluble en agua a temperatura ambiente.

El sulfato férrico es de color rojizo, cuando se coloca un clavo de hierro en un tubo de ensayo con ácido sulfúrico concentrado, este debería reaccionar ocasionando un desprendimiento de hidrógeno, y formando una especie de capa rojiza, que es el sulfato férrico. Su fórmula química es Fe2(SO4)3

El sulfato férrico mantiene la correspondencia marcial, ya que su color, por contra al sulfato ferroso tiende al que la Tradición siempre a otorgado al planeta Marte: El color rojizo anaranjado.










De nuevo vemos como se manifiesta la complementariedad cromática en los óxidos del cobre y el hierro. 



















Como observamos en la anterior imágen los colores son exactamente los que tradicionalmente se han considerado como análogos a esos dos astros, colores que han llegado a ser determinantes para ciertas religiones que resuenan en clara asociación con uno de estos dos astros, como sucede con la religión islámica, cuyo día sagrado es el viernes, asociado desde antiguo al planeta Venus.













Venus




Algunos estudiosos, como el gran astrólogo e investigador español José Luís San Miguel de Pablos, sugieren una relación directa entre algunos elementos arquitectónicos propios de los países de religión Mahometana, con los ciclos implícitos del planeta Venus, al asociar como hipótesis que las 5 volutas características del "cielo" de los arcos musulmanes, podrían tener un origen simbólico asociado al propio ciclo  de  retrogradaciones del planeta Venus.








Arco musulmán de cinco volutas
                                                        
















Aunque todas las órbitas planetarias son elípticas, la órbita de Venus es la más parecida a una circunferencia, con una excentricidad inferior a un 1 %.

El ciclo entre dos elongaciones máximas (período orbital sinódico) dura 584 días. Después de esos 584 días Venus aparece en una posición a 72° de la elongación anterior. Dado que hay 5 períodos de 72° en una circunferencia, Venus regresa al mismo punto del cielo cada 8 años (menos dos días correspondientes a los años bisiestos). Este periodo se conocía como el ciclo Sothis en el Antiguo Egipto.

En la conjunción inferior, Venus puede aproximarse a la Tierra más que ningún otro planeta. El 16 de diciembre de1850 alcanzó la distancia más cercana a la Tierra desde el año 1800, con un valor de 39 514 827 kilómetros (0,26413854 UA). Desde entonces nunca ha habido una aproximación tan cercana. Una aproximación casi tan cercana será en el año 2101, cuando Venus alcanzará una distancia de 39 541 578 kilómetros (0,26431736 UA).




























Los Equinoccios



El Equinoccio de Primavera o Equinoccio Vernal es el motor que hace girar la rueda zodiacal y renovar la vida. 

Desde el equilibrio Oscuridad - Luz, en el Equinoccio Vernal o Equinoccio de Prima-Vera, (Primera Estación) que tiene lugar cada año aproximadamente al comenzar el último tercio del mes de Marzo, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de San José, el padre de Jesucristo, (por tanto el generador de la "Luz") durante el que antaño fue el primer mes del año para todas las antiguas culturas que basaban sus calendarios en fenómenos universales o astronómicos, el mes de Marzo, cuya raíz etimológica nos remite de nuevo al planeta Marte, regente de Aries, el ariete relacionado con el dios Priapo, símbolo de la fertilidad que acompaña a este periodo del año solar. 

En la mitología griega, Príapo (en griego antiguo: Πρίαπος [Príapos] ) es un dios menor rústico de la fertilidad, tanto de la vegetación como de todos los animales relacionados con la vida agrícola, y un personaje puramente fálico que era adorado como protector de los rebaños de cabras y ovejas, de las abejas, del vino, de los productos de la huerta e incluso de la pesca. 






Fresco de Príapo pesando su miembro en una balanza contra la ganancia obtenida de sus campos (casa de los Vettii,Pompeya). 
De nuevo vemos aquí velado el  Eje Equinoccial Aries - Libra






Príapo, se solía representar con un enorme falo en perpetua erección o en posición fálica, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Los romanos solían colocar en sus jardines estatuas de Príapo, normalmente con la forma de toscas hermas de madera de higuera, manchadas de bermellón (de aquí que el dios fuese llamado ruber o rubicundus), con un enorme falo erecto, llevando fruta en su ropa y una hoz o una cornucopia en la mano. Su función era la de garantizar una abundante cosecha.

El falo generador de vida, que recuerda también inequívocamente por su forma el Ariete y el número 1.

Es a partir del Ingreso Solar en el grado Cero Aries, el signo cardinal de fuego, cuando las horas de luz ganan terreno a las de la noche, y las jornadas y el tiempo de vigilia se alargan progresivamente, mientras en perfecta sincronicidad la naturaleza y la vida se renuevan tras el paréntisis de la "muerte" invernal, análogamente a como la vida renace cada mañana, al amanecer, tras el descanso nocturno en brazos de Morfeo, (en la mitología griega, Morfeo, en griego antiguo Μορφεύς, de μορφή morphê, ‘forma’ es el hijo del dios de los sueños, Hipnos y encargado de llevar el sueño a reyes y emperadores. Según ciertas teologías antiguas, es el principal de los Oniros, los mil hijos engendrados por Hipnos, el Sueño y Nix, la Noche, su madre, o por Hipnos con Pasítea). 

Esta progresión de avance de la luz sobre la oscuridad se mantiene hasta alcanzar su máxima expresión, cuando el Sol tras recorrer durante los tres meses de la Prima-Vera (Primera Estación), o lo que es lo mismo el primer cuadrante del zodíaco en reposo, los tres primeros signos zodiacales, Aries, Tauro y Géminis, alcanza el comienzo del cuarto signo zodiacal, el grado Cero de Cáncer, el signo cardinal de Agua, durante el Solstício de Verano, aproximadamente sobre el 20-21 de Junio, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de San Juan y la noche de las hogueras, que simbolizan el triunfo de la Luz sobre la oscuridad de la noche.





NIVEL CELESTE
12 SIGNOS
MOVIMIENTO DE TRASLACIÓN
ESTACIONES DEL CICLO ANUAL: SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS
CICLO COMPLETO = 1 AÑO














NIVEL TERRESTRE
12 CASAS
MOVIMIENTO DE ROTACIÓN
DIVISIÓN DUODENARIA DEL DÍA:
CULMINACIÓN Y CULMINACIÓN NEGATIVA, ORTO Y OCASO SOLARES
CICLO COMPLETO = 1 DÍA








El segundo equinoccio, el Equinoccio de Otoño sucede cuando el Sol ingresa en el grado cero del signo zodiacal de Libra. Un evento astronómico que sucede cada año alrededor del los días 20-21 de Septiembre, y que simbólicamente señala el Equilibrio de forma redundante. 

De nuevo el equilibrio, pero esta vez su centro,  porque tras el máximo de horas de luz diaria o de la noche más corta del año, durante el Solstício de Verano (Cero Cáncer, o ingreso solar en ese signo), la luz comenzó a decrecer y es precisamente en el momento exacto del Solsticio de Otoño, o Ingreso Solar en Libra, cuando se equilibran de nuevo  (esta vez con la Balanza de Libra), las horas de Luz y Oscuridad.

Pasado este acontecimiento astronómico la noche ganará terreno al día, hasta llegar a un mínimo de Luz diurna durante el Solstício de Invierno, en el Ingreso Solar en Capricornio, aproximadamente el 20-21 de Diciembre, fecha muy próxima a cuando la Tradición Cristiana celebra la fiesta de Navidad, o día de la natividad de Jesucristo, denominado en esa creencia religiosa como "la Luz Naciente del Mundo", precisamente poco después de la noche más larga del año, durante el Solsticio de Invierno, (cuando el Sol ingresa en el signo cardinal de Tierra, y se encuentra en el grado Cero Capricornio), pasado el cual las horas de luz comienzan a crecer de nuevo desde su mínimo anual hasta alcanzar otra vez el equilibrio exacto durante la renovación de un nuevo ciclo el siguiente Equinoccio de Primavera.

En el Equinoccio de Otoño el equilibrio es doble, pues durante el Ingreso Solar en el grado Cero Libra (Equinoccio de Otoño), estamos exactamente en la mitad del ciclo del año tradicional o astronómico, Cero Libra equivale a una longitud ecliptica de 180º desde Cero Aries, que es el comienzo del zodíaco en reposo, y 180º  completan 6 signos de 30º de arco, siendo la mitad exacta de 360º, que son los que ocupa el cinturón zodiacal completo compuesto de 12 signos de 30º de arco cada uno.

Cuando el Sol Ingresa en el grado Cero del signo de Libra estamos en la última década del mes de Septiembre, que etimológicamente nos remite al número 7, justo el número que el signo de Libra ocupa en el zodíaco en reposo, de la misma manera que Octubre nos remite etimológicamente al número 8, Noviembre al 9 y Diciembre al 10. 

Vemos aquí como para quien tiene "ojos para ver" asoma la milenaria huella de la Tradición Astrológica, que a pesar de haber sido arrastrada, reprimida y enterrada por el racionalismo ciego que la viene despreciando de una forma ignorante, sigue presente todavía incluso en nuestros actuales calendarios del siglo XXI.

El Equinoccio Otoñal inicia el Signo número 7, Libra , regido por Venus, tras el paso solar por Virgo, el sexto signo del zodíaco en reposo, signo de la Madre, la Madre Tierra, la Virgen de la Tradición Cristiana, que deriva de la antigua Tradición Egipcia de Isis, la Virgen Negra, como también de la originalmente diosa frigia, Cibeles (en griego antiguo Κυβέλη Kybélê, nombre al que a veces se da la etimología de «la del pelo» si se considera griego en lugar de frigio). Cibeles era la diosa de la Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como la Gea o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). Su equivalente romana era Magna Mater, la Gran Madre. Su título "Señora de los Animales", que también ostentaba la Diosa Madre minoica, revela sus arcaicas raíces paleolíticas. Es una deidad de vida, muerte y resurrección. Su consorte, cuyo culto fue introducido más tarde, era Atis, y también de su heredera Ceres, la diosa de la tierra y de la agricultura en la mitología romana, que señalaba el periodo anual de las cosechas, el mes de Septiembre en el hemisferio Norte.

Pero también astronómicamente existe Ceres, el más pequeño de los planetas enanos dentro del sistema solar, ubicado en el Cinturón de Asteroides, descubierto el 1 de enero de 1801 por Giuseppe Piazzi. Este pequeño astro recibió su nombre en honor a la diosa romana de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, Ceres. 

Inicialmente se lo consideró como un cometa, luego como un planeta, y posteriormente fue considerado el mayor asteroide descubierto por el hombre, hasta la creación de la categoría de "planeta enano", en 2006. Este planeta enano contiene aproximadamente la tercera parte de la masa total del cinturón de asteroides, siendo el más grande de todos los cuerpos de dicho grupo.









Ceres







Mercurio





Ceres cumple escrupulosamente la Ley de Bode de las Orbitas Planetarias, y se halla ubicado entre los planetas Marte y Júpiter. 





















En la actualidad para muchos astrólogos Ceres es simbólicamente el regente del Cinturón de Asteroides, que vinculan inequívocamente al signo de Virgo, el signo de la atomización del todo en sus infinitésimas partes, lo que analógicamente simbolizan los restos fragmentados de un hipotético antiguo planeta desaparecido tras un cataclismo cósmico.






SIMETRÍA
SEGUNDO NIVEL
MERCURIO - TIERRA/LUNA - CINTURÓN DE ASTEROIDES







El Equinoccio Otoñal comienza el signo de Libra, regido por Venus, el signo donde el Sol encuentra su caída*, es el Centro de Equilibrio de la rueda zodiacal. 

Desde el equilibrio Luz - Oscuridad, en el grado Cero Libra aproximadamente al comenzar el último tercio del mes de Septiembre, las horas de oscuridad ganan terreno a las de luz diurna, las jornadas y el tiempo de vigilia se reducen progresivamente, mientras en perfecta sincronicidad la vida tiende al recogimiento que anticipa el invierno, simbólicamente este momento se muestra análogo al del ocaso solar cada día, cuando tras la puesta de Sol existe un equilibrío perfecto entre luz y oscuridad. 

Algo que recoge y nutre a la Tradición Musulmana, cuyo dia sagrado es el viernes, el dia semanal que se corresponde con el planeta Venus, el regente del signo de Libra, cuando en referencia a la práctica del Ramadan, el mes de ayuno para los practicantes de esta corriente religiosa, atribuye al profeta Mahoma la siguiente sura: "Comed y bebed hasta que, a la alborada, pueda distinguirse un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche". (en la religión Mahometana el rezo de la tarde debe practicarse, según enseñara su Profeta, Mahoma ..."Cuando se acuesta el Sol y la luz reinante no permita distinguir entre un hilo blanco y uno negro"...

El Equinoccio de Otoño está por tanto analógicamente relacionado con el momento del ocaso Solar diario, e igualmente con el de la vida humana, señalando el comienzo de la madurez, cuando tras la plenitud de la vida el peso de los años inicia el declive de la existencia. 

Tras el Equinoccio de Otoño durante el tránsito solar por el octavo signo del Zodiaco en reposo, el signo fijo de agua y centro de la estación Otoñal, el signo de la renovación, el silencio y la muerte, Escorpio, se produce la putrefacción del suelo tras la sequedad, muerte y caída de las hojas sobre la tierra mojada  Es tiempo de connubio, tiempo de coito, tiempo en que la naturaleza se dedica a procrear, a unir lo que está separado. 

En el transcurrir del año, lo que se hizo en primavera va tomando cuerpo, va creciendo y haciéndose fuerte, va tomando forma en el mundo manifestado, hasta el Equinoccio de Otoño, en el que los frutos están listos para su cosecha, el trabajo ya se ha hecho y solo resta recolectar, pero al mismo tiempo, después de la recolecta, comienza un trabajo de almacenamiento, de repotenciación de la tierra, es por ello que el Equinoccio de Otoño también es un tiempo de renovación, de tomar nueva forma, de desechar lo viejo y prepararse para potenciar la energía para el nuevo ciclo que llegará después del invierno.













Nota del autor 

*Como hecho anecdótico:

Según la Tradición Astrológica la caída del Sol reside en el grado 19 del signo de Libra.

Fue exactamente con el Sol en ese grado 19 Libra, que el 13 de Octubre de 1917 se produjo en Fátima (Portugal) la famosa "Danza del Sol" durante la última de las supuestas apariciones de la Virgen en esa localidad lusa.

Algunos de los testigos presenciales de aquellos supuestos acontecimientos aseguraron haber contemplado "como si el Sol se cayese...."

















Musica: "Las Puertas de Amalec"

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